Todos creen que somos un matrimonio feliz, frente a mis padres, las cámaras y el mundo entero, Ren es el ejemplo perfecto de un esposo. Lo que no saben es que detrás de ese rostro tan angelical y hermoso del que alguna vez llegué a amar con toda mi vida no es más que una persona fría que solo le interesa el dinero y su amante de toda la vida, JongHyun.
¿Cómo lo sé?, hace unos meses los encontré a los dos cogiendo en nuestra propia casa, en nuestra cama. Sentía como mi corazón se desmoronaba completamente, ni siquiera me moleste en reclamar o hacer algo, solo me fui de ahí. No soportaría ver otra vez ese rostro.
Desde ese día dejé que continuara con su juego sucio, no me importaba nada. Este juego se puede de a dos, cada noche inventaba una excusa de la empresa para poder librarme de esa casa e ir a uno de los bares a los que solía ir antes de conocer a Ren, solo que esta vez fue diferente.
— Tanto tiempo sin verlo, Sr. Xían.
Aquella voz, era tan suave y cálida, en cualquier lado reconocería su voz, más de dos años sin verlo de nuevo y ahora lo tenía de nuevo justo en frente de mi. Nunca supe su nombre, siempre usaba el seudónimo de Ángel y realmente comprendo por que.
Su rostro era muy hermoso e inclusive su cuerpo lo era. En el pasado solía contratar sus servicios, un día entero, una semana, la cantidad de dinero que invertía en él era enorme pero tenía una necesidad de tenerlo cerca hasta que apareció en mi vida Ren. Ahora lo tengo aquí, solo para mi.
Había rentado una suite entera en uno de los hoteles más ridículamente caros solo para tenerlo toda la noche, no quería nada de sexo por ahora, solo quería conversar con alguien, unos unos cuantos besos algo subidos de tono y ya.
— Lo mismo digo, Ángel. No has cambiado nada, sigues igual de hermoso.
— Usted no se queda atrás, Sr. Xían, escuché que se había casado.
— Así es, pero no es nuestro mejor momento ahora.
— Pues con el simple hecho de que haya regresado después de tanto tiempo me hizo pensar eso mismo, siempre fue difícil de complacer.
— No es eso, al principio todo era perfecto pero, un año después todo cambió, nos veíamos menos a pesar de vivir en esa misma casa hasta que lo encontré con su amante.
— Vaya, es una pena que alguien no pueda valorar lo que realmente es usted, Sr. Xían.
Con Ángel compartíamos gustos similares como el amor por la música jazz, las viejas películas mudas, las antigüedades de la época victoriana y el interés por los viajes.
Cada que contrataba sus servicios simplemente conversábamos de cosas triviales y disfrutábamos de la compañía mutua junto a un buena copa de vino hasta que mi tiempo acababa pues tenía que dejarlo de nuevo en aquel trabajo que tenía para poder sobrevivir.
— ¿Nos vemos mañana en la noche, Ángel?
— Uh, lo siento. Un cliente había reservado conmigo en la noche, pero le reservaré un lugar para la siguiente noche, ¿sí?
— Ah, comprendo. Nos vemos.
Como odiaba eso, odiaba imaginar a alguien más tocando sus cabellos obscuros, besando aquellos labios y marcando su cuerpo sin respeto alguno por él.
Debía de admitir que había desarrollado cierto sentimiento de cariño por Ángel en épocas pasadas pero fue reprimido por mi ceguera de amor por Ren, pero ahora que lo vuelvo veo que ese sentimiento solo necesitaba volver a reavivarse como el fuego.
× ♡ × ♡ × ♡ × ♡ ×
— Xían, ¿dónde has estado estas últimas noches, cariño?— Ya te había dicho, hemos tenido muchas reuniones debido a que cerraremos un contrato contrato con una empresa extranjera.
Era la primera vez que Ren y yo estábamos en un mismo lugar, compartiendo palabras, en este caso sería el living de la casa.
— Umh, está bien...¿hace cuanto no lo hacemos, bebé? Realmente te extraño.
Se levantó su lugar para ir hacia donde estaba yo, me quitó aquel periódico de finanzas de mis manos para sentarse sobre mis piernas.
— Mh, Ren. Ahora no, no tengo ganas.
— Anda, amor. Se que quieres.
Comenzó a desabrochar los botones de mi camisa audazmente mientras comenzaba a devorar mi cuello a besos. No tenía ganas para este tipo de cosas, lo único que podía pensar era en Ángel, en su sonrisa cada vez que hablábamos de música.
— Xían, te necesito.
Por un momento miré a Ren y lo único que veía era a Ángel. Estaba cegado, mis instintos me hicieron reaccionar inconscientemente y comencé a besarlo, mordí, lamí y saboree aquella boca, mi mente estaba jugando una especie de juego en la que solo veía a aquel pelinegro y no a mi "esposo".
¿Qué estoy haciendo?
Cuando reaccioné a todo esto ya estaba entrando y saliendo de Ren mientras este solo gemía y se retorcía debajo de mi.
Esto no está bien.

ESTÁS LEYENDO
~.My Angel.~
Fanfic》 "Primera regla de los bares, nunca te enamores de un prostituto." 《