Nota 21

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24 de Octubre de 1987.

Mi sobrino adoptó un perro, dice que sería bueno cuidar uno para olvidarme de mis problemas, este animal solo trae uno más. Mi familiar me obligó a ponerle algún nombre, yo decidí llamarlo Perro, mi imaginación y mis pensamientos no están muy claros ultimamente.

Lo saqué a pasaer, entonces me acordé de mi esposa que después de aquel animal que no recuerdo su nombre, deseaba más que nada un perro.

Mi corazón se apretó y sentí un gran dolor en mi pecho, empecé a llorar desesperadamente. No podía parar, me costaba respirar. Después de algunas horas me calmé y regresé a mi casa.

Mi sobrino estaba preocupado, me preguntó donde había estado, le respondí que había jugado tanto que el tiempo había volado... claro...

Esto es todo por hoy.

No tengo nada que decir.

Abrazos. Ciao S2.

La Puerta De La DesesperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora