Por fin llegó el dia, me habia preparado de todas las maneras posibles: me habia depilado lugares en los que jamás pensé que lo haria, me habia pasado tardes enteras al sol para conseguir un buen bronceado, y habia elegido cuidadosamente la ropa y el pijama que iba a usar esos dias.
Faltaba poco para que llegaran y yo intenté tranquilizarme, pensando que no tenia de que preocuparme, que si algo salia mal tenia la ventaja de que probablemente no iba a volver a verlo nunca después de esos dias.
Mientras pensaba en todo esto sonó el timbre, por un momento el sonido estridente me desconcertó, pero luego reaccioné y fui hacia el interfono para abrirles la puerta de la calle. Mientras empezaban a subir las escaleras me dediqué a observarlos desde la ventana del comedor, que da al patio interior. Iban todos bastante cargados así que abrí la puerta y me asomé al hueco de la escalera para preguntarles si necesitaban ayuda. Para mi suerte todos se negaron así que no tuve que pasar por el ridículo de intentar subir yo, una chica delgaducha de 17 años, lo que unos chicos altos y fuertes de 21 lograban subir con esfuerzo.
Una vez estubieron en el rellano me di cuenta de que eran más guapos y más altos de lo que esperaba. Alessandro habia crecido en esos dos años, y ahora tenia un rostro todavía más hermoso en el que destacaban sus pómulos y su mandíbula fuerte y marcada. Estaba moreno, tenia el pelo moreno bastante costo pero con la parte de delante un poco más larga, y cómo buen italiano llevaba gafas de sol. Sus amigos también eran muy atractivos. Uno de ellos era rubio, llevaba el pelo, que le llegaba a los hombros, recogido en un moño y tenia una tez blanca que hacia destacar el verde de sus ojos. El otro era castaño, el más bajito de los tres, y llevaba el pelo cortado al estilo militar. Tenia la cara manchada por una barba incipiente y muchas ojeras, probablemente habia conducido toda la noche y, por la mañana, sus amigos, una vez despiertos, no le habian dejado dormirse.
Todos tenian algún tatuage. El de Alessandro se entreveïa solo por el borde de la camiseta de manga corta, en cambio el rubio, que se llamaba Pietro, tenia varios por los brazos y por las piernas, aunque el que más me llamó la intención en ese momento fue uno de un extraño gato que tenia encima de la rodilla. El gato habia sido representado con la cara dividida en tres partes, de manera que tapando una de las dos partes exteriores pareciera que el gato estava de perfil, y el resto del tiempo parciera una vista frontal. El último, Daniele, tenia solo uno, muy pequeño en el lateral de la mano derecha. Nunca me explicó lo que era, o lo que significaba.
Les hice entrar y les dejé para que se instalaran en la que, años antes, habia sido mi habitación.
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That summer
General FictionEsta es la historia del mejor verano de mi vida. 3 chicos + 2 chicas + viaje solos por carretera= muchíssimas historias graciosas y algún que otro romance... Estoy escribiendo esta historia porque es una historia que llevo tiempo queriendo contar pe...