18. Cena

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Abro los ojos y la culpa comienza a molestar en mi cabeza. Me muevo un poco y noto que aún descanso entre los fuertes y suaves brazos de Joe, mi posible hermano con el que tuve sexo horas atrás.

¿En serio nos acostamos?

Dios, esto está mal. Muy pero muy mal.

Toco mi cuello y aún sangro un poco por su mordida. Duele, pero no tanto como pensé que lo haría. Dejarlo probar mi sangre mientras me hacía el amor fue lo más excitante que pude haber imaginado alguna vez en mi inexperta vida sexual.

Me inclino un poco más para poder observar a Joe. Él duerme tranquilamente y se ve adorable, sexy y ardiente como el puto infierno.

-Deja de mirarme -dice aún con los ojos cerrados y no puedo evitar sonreír.

-¿Por qué? -pregunto divertida mientras apoyo mi mano en su pecho y trazo círculos imaginarios en su piel.

-Porque es raro.

-¿Raro? Nos acostamos... eso si que es raro y retorcido -hago una mueca y apoyo mi cabeza en su pecho.

Me relajo al sentir su respiración, mi cabeza sube y baja lento cada vez que sus pulmones se llenan de aire. Es una respiración pausada y me hace querer saber como funciona el cuerpo de un vampiro. ¿Qué acaso no están muertos? ¿Cómo es posible que respire? ¿O qué tenga una erección cuando se supone que en su cuerpo no corre sangre?

-¿Te arrepientes? -dice de repente y me estremezco por el frío tono de su voz. Totalmente diferente al de antes de nuestro apasionado encuentro.

-No -respondo igual de cortante. -No me arrepiento.

-¿Entonces qué te atormenta tanto? -me giro un poco para verlo. Aún tiene sus ojos cerrados. -Recuerda que puedo escuchar tu corazón Eimy. Está agitado, late rápido y sé que no es porque me ames o algo así.

Frunzo el ceño y me levanto de mi lugar cómodo, separándome de su abrazo.

-¿Cambias de humor así de rápido? -lo miro enojada y él abre sus hermosos ojos para mirarme al fin.

-Te dije que no somos iguales -me mira serio. -Debes acostumbrarte a eso si quieres estar junto a mi.

-¿Acostumbrarme a que me trates bien y luego mal? -alzo una ceja. -No gracias, prefiero arrancarme las pestañas -me muevo furiosa y me siento en la cama.

De inmediato, siento la mano de Joe en mi brazo y él se sienta en la cama a velocidad vampírica junto a mi.

Toma mi rostro y me gira un poco para que lo mire.

-Estoy tratando de no ser un idiota contigo, constantemente. Tengo una lucha interna dentro de mi cabeza. Pero por favor... quédate junto a mi -me mira suplicante y me derrito una vez más. -Lo que pasó hace un rato ha sido lo mejor que me haya pasado hace mucho.

Ese es el Joe que me vuelve loca. Él que me desea y lucha por no ser evidente. Él que actúa como idiota pero que en el fondo lo hace para aparentar su estúpida actitud de chico malo.

Pongo mi mano en su mejilla y él acaricia mi mentón. Sus ojos se dirigen a mis labios y se acerca lentamente para besarme una vez más.

Cierro los ojos y me dejo llevar por el beso. Su lengua recorriendo mi boca, su respiración chocando en mi piel. Él acaricia mi mejilla y luego baja a mi cuello. Cuando llega a mi herida se detiene de inmediato.

-Mierda... -me mira asustado.

-¿Qué? -lo miro confundida.

-¿Cómo pude olvidarlo? -toca mi herida otra vez.

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⏰ Última actualización: Jul 16 ⏰

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Simplemente Imposible [Joe Jonas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora