Prefacio

1.6K 59 8
                                    

Creo que seguir mirando al piso no me ayudara. Bueno más que mirar, lo estoy besando. Claro mi mala suerte tenía que ser. No es que sea la primera vez que me pase pero, sigue siendo igual de humillante.

—Hey niña, ¿Decidiste dormir ahí? ¡Ya levántate que me haces pasar pena!

Vaya. Este sería el chico que me gusta. Bueno más bien gustaba hasta hace 2 minutos. Por primera vez tuve valor suficiente para saludarle, y "tropecé" aunque creo que fue su novia la que me empujo.

—Gracias por ayudarme idiota. Y ustedes lárguense, el espectáculo ya termino, si quieren ver más mírense en un espejo. — mi voz sonaba muy calmada, viendo la situación.

— ¿Idiota yo? Creo que eso serías tú, yo no soy quien está haciendo el amor con el piso.

Cuando me levanto veo que razón tiene, estoy pasando pena. Pero no lo admitiré. Siempre fui distraída y algo torpe. Aunque esta vez no fue mi culpa, fue culpa de Dylan y su Barbie andante. Y en la universidad se me considera como la "odiosa".

Creo que empezó todo desde el primer día de escuela. No, no vayan a pensar la típica historia cliché de novela americana. La chica nerd torpe tropieza con el tal guapo y él se enamora de ella. Bueno no me pasó eso. De hecho el tal guapo era un gran chico y fue mi amigo hasta el día en que me gradué. Y agradezco eso. Nunca me gusto de esa manera.

Y tampoco soy la chica callada tímida. Me gusta la alegría y adoro mis amigos. Y se defenderme.

Pero al llegar en la universidad noté que cuanto más intente acercarme a chicos más se alejan. He intentado ser buena onda y termine siendo otra más del grupo. No es que me queje de mis amigos, pero la idea no era ser su mejor amiga en un principio. O los chicos simplemente ignoran mi existencia. Y la verdad nunca creí en eso de "Felices por siempre". Quizás en un principio tuve a ese princesita en mi interior, buscando su príncipe azul. Pero ahora veo que si algún día veo a un chico azul es porque se está asfixiando. Ok. Fue mal chiste de médicos. Con el tiempo vi que ese amor eterno no existe, no es más que otro cuento de hadas.

Y antes de entrar en mi salón y unirme con mis amigos ya había tomado la decisión.

Sea como sea tendré sexo antes de que termine este año.

A LA MIERDA CON EL AMOR.

Virgin MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora