Virgin Me

Capitulo 2

-¿De verdad vas a sentarte esperando a que alguien te quite la virginidad? Podrías venderlo y ya sabes así ganas fama y escribes un libro llamado "Como perder tu virginidad en 10 pasos sencillos" - Ben me miraba con su mirada risueña y sarcástica.
-Ni se porque eres bartender, debiste ser comediante así habrías ganado más. Por milésima vez, no. No planeo hacer eso. Vengo aquí a conocer personas y si me gusta alguno tendré relaciones sexuales. - lo mire con los ojos en blanco.
- ¡Oh! Cierto que semana pasada por andar de cupido no pudiste llegar a tu orgasmo feliz... ¡Digo final feliz!-dándome una última mirada empezó a atender a los clientes que pedían bebidas.

Mientras tanto empecé a mirar alrededor analizando a quienes estaban ahí. Mi plan no era tan fría como Ben quería mostrar. No quería solo follar y ya. O sea vamos gente, no soy la primera que decide divertirse antes de encontrar "amor de su vida".
Mirando a las personas que estaban por ahí, vi que mayoría estaba ahí con sus amigos. Oh, vida social. Llevo tiempo sin saber de eso entre tantas parciales.
Aunque pensándolo bien tengo una relación ya. Es de amor-odio. Donde nos amamos pero nos hacemos daño.

Si, lo llaman Facultad de Medicina. Y no puedes engañarlo. Si se da cuenta se venga fuerte dándote 5 parciales a la semana. Ya, pero dejemos de hablar de ello.

Vine a buscar un macho. Digo, un príncipe azul. Para no herir sus corazoncitos lleno de romanticismo.

- Sabes, creo que ya se lo que me pasa. Es que no pasé esa cadena de Messenger a los 11 años. Entonces la niña esa me maldijo. Es por eso que tengo mala suerte. Debería hacerme una limpieza. - miré a Ben hablando muy seriamente.

- Claro... Obvio que fue eso. Esa niña seguro dijo "Voy a impedir que pierda su dulce inocencia y que no tenga orgasmos.". Sis, sigue así y te tiraré una bebida en la cara. Así seguro llamas la atención. Aunque desde hace rato cierto caballero te ha estado mirando. Bueno dos hombres han estado mirando. Pero uno de ellos me parece algo distante. - Ben miraba hacia una esquina donde había un grupo de hombres trajeados.

Parecían empresarios. Y se notaba que eran de diferentes nacionalidades. Ya que aparte de asiáticos había latinos y americanos. Uno de los asiáticos me miraba fijamente. De hecho tan fijamente que ignoraba a sus compañeros. Era alto y de hecho muy guapo. Pero eso no cambiaba que literalmente me comía con sus ojos.

Para que no se diera cuenta de que lo estoy mirando y para ahorrarme un momento vergonzoso decidí mirar hacia otro lado. En el bar había una zona que era algo más apartado y oscuro. Era donde normalmente se sentaban quienes querían tomar algo tranquilo, alejados del ajetreo y bailes. Ahí había alguien más mirándome fijamente. Se notaba al menos unos 7-8 años mayor que yo. Y su mirada parecía más que todo analizarme. Como si quisiera saber que hago aquí. Estaba tan distraída con el que me asuste cuando un acento algo raro me hablo.

- ¿Estoy en el cielo? Porque mis ojos no pueden creer ver tanta belleza. - al voltear sorprendida veo al asiático a mi lado aún mirándome fijamente.

Vale. Tenía dos opciones. O le seguía el ritmo que claramente era lo que mi amigo muy pero muy entusiasmado quería o simplemente le decía que esos piropos no eran nada llamativos. Antes de responder miré otra vez hacia el otro hombre que ahora me miraba con una sonrisa que decía "¿De verdad iras con ese?" y eso me molesto por muy raro que sea. El no tenía derecho a mirarme como si me juzgara.

Ya tome la decisión.

-Oh, muchas gracias. Igual las vistas igual son muy llamativos para mí. ¿De dónde es? - si decidí seguirle el ritmo.

Luego de 3 horas de conversación y una botella de vino no me quejaba de haberme animado a hablar con él. Se llamaba Yamato. Japonés. Trabajaba en la parte de diseños en una gran empresa de su país. Venían de visita y solo estaría unos días. ¿Qué mejor aventura que eso para mí? Por eso y por estar algo valiente por el alcohol acepte de una vez su oferta de ir a su hotel.

Bueno a veces creo que es cierto eso de que no juzgues un libro por su portada.

De la nada me iba a meter en un video Hentai muy pero muy raro.

¿Eso siquiera pasa en la vida real? ¿O es mi mala suerte?

¿Maldita sea cadena de Messenger cuando termina la maldición?