Solté un gruñido parecido al de un perro malherido y un suspiro gutural cuando sentí como el sueño comenzaba a abandonar mi mi cuerpo y mis párpados a subir, permitiendo que la luz blanquecina de la mañana me cegara por un segundo.
Gire mi cuerpo entre las suaves sabanas y me aferre a la enorme y esponjosa almohada, sobre la cual recordé la mejilla para finalmente, después de todo el ritual, abrir los ojos.
Lo primero que vi al examinar mi entorno desde esa perspectiva fue una montaña de platos sucios y con sobras de la comida que ayer Justin y yo nos habíamos encargado de pedir hasta alta hora de la noche mientras veíamos un maratón de How I Met Your Mother.
Después mas al fondo divise a Justin durmiendo en la otra cama de la habitación, estaba tumbado sobre el colchón con la mitad del cuerpo cubrieron y extendido a su totalidad en la cama. Su cabello estaba hecho un desastre y sus labios estaban entre abiertos.
Me quede por un segundo obervandolo, lucia tan pacífico... tan tentado... estire la mano hacia mi costado contrario y tome uno de los cojines que anteriormente adoraban la cama y con todas mis fuerzas la lance hacia el. Este golpeo su rostro haciendo que el despertara de golpe, sobresaltado y se incorporará perdido, mirando a su alrededor.
—¿Que mierda?— tartamudeo aun entre dormido.
Finalmente sus ojos cayeron sobre mi justo cuando soltaba una sonora carcajada.
—Hija de...— no termino la oración pues se puso de pie y se lanzo contra mi.
Solte un chillido agudo al sentir como sus manos atacaban hacia los costados de mi cuerpo. Entonces reí con fuerza.
—¡Justin, no!— carcajee.
El se acomodo con las piernas a los lados de mi cuerpo y yo aproveche para rodearlo con las piernas, pasando los brazos por su cuello. Me aferre a el, haciendo casi imposible continuar con su tortura.
—Basta— le exigi de lo mas seria... o algo así.
El se rindio y levanto las manos en señal de paz, pero que el no se aferrara a algo causo que ambos termináramos cayendo al colchón, uno sobre el otro. Nuestros cuerpos quedaron a una realmente corta distancia, nuestras narices casi se rozaban... Nos miramos extraviados y contuvimos al aliento.
—Buenos Dias— dije algo después de unos segundos de silencio.
—Buenos dias— sonrío y se inclino para besar mi mejilla con extrema lentitud.
Trague en seco.
Volvimos a separarnos, pero ninguno tuvo la iniciativa de ponerse de pie, solo nos quedamos viéndonos. Era como si ambos no debatiéramos por decir ese algo, o no. Entre abiertos los labios, tomábamos aliento... pero al final... nadie decía nada.
—Mil...— susurro Justin, pero entonces, de la nada aparto la vista y la enfoco en otra cosa. Frunci el ceño— Tu teléfono.
—¿Que?
Justin señalo mi móvil con la cabeza y yo la seguí con la vista hacia el mismo. Pareció como si Justin hubiera visto antes que yo el contacto pues termino por incorporarse y dejar la cama. Desconcertada lo tome.
Valentino.
Senti como el nudo en mi garganta iniciaba. Lo tome y cubrí mi cuerpo con la sabana, comenzaba a sentirme incomoda en aquella situación tan intima con Justin... yo tenia novio y sin embargo estaba jugando con otro chico...
Conteste.
—¿Hola?
—¿Ya vienes para acá?— su voz sono... rara.
