Una sola noche.

Si las palabras no fuesen suficientes

"Si te perdiera, toda mi vida se iría contigo."

I

Recuerdo la navidad pasada, aquella en la que supe que de verdad te amaba.

Tu estabas sentado a mi lado, mirando las llamas de la chimenea, sosteniendo tus rodillas contra tu pecho y diciéndome suavemente con lágrimas en los ojos que no te creías lo suficientemente bueno para habitar este mundo.

Como te odié por decir eso...

Aquella fue la primera y única vez en que te odie de verdad.
Te odie por hacerte daño, por llenarte la cabeza de mentiras horrorosas acerca de tu persona, y por hacerte llorar...

Tomé tus manos firmemente y casi en un grito instintivo te dije que eras 'la persona mas especial que yo había conocido' en un intento desesperado para que dejases de llorar. Y lo logré. Tus ojos ta no derramaban más lágrimas, no. Ahora solo me miraban con sorpresa, incrédulo de lo que habías oído.

Lo repetí una vez más...

No era yo quien lo repetía, era mi corazón quien lo hacía porque de alguna manera quería que supieras cuán maravilloso eras ante mis ojos. Quería que supieras que me emocionaba cuando llegabas, cuando me visitabas, cuando caminabas a mi lado, cuando estabas cerca de mi...

En ese momento no encontré mejor manera de transmitirte todos esos sentimientos que un abrazo. Un abrazo tan fuerte que me asegurará tu plena confianza y cariño, en aquel instante no sabía expresar mi amor de otra forma pero con eso bastó para que mi corazón se quedara contento.

Tú me correspondiste y así comenzó el largo sendero que con cada paso me hacía enamorarme más de ti...

Un sendero que nunca terminaba pues cuando parecía que ya no podía amarte más,  tus acciones me demostraban todo lo contrario, de alguna u otra forma crecía mi cariño y yo ya no podía contenerlo.

Explote.

II

Recuerdo también aquella vez en la feria, cuando deseaba fervientemente escapar  de la prisión del aislamiento y acercarme a ti para liberar todo el amor contenido por años.

Recuerdo que entramos a aquel lugar de los espejos dónde no había nadie mas que tu y yo. No pude resistir más y en un impulso tomé tus hombros y acerqué tus labios a los míos fundiendolos en un beso que no pasaba los límites de los casto. Otra vez me miraste sorprendido y reaccionaste para apartarme con tu mano.
Mi corazón se rompió pensando en el rechazo, pensando en que la persona que más amaba no sentía lo mismo por mi, al menos eso creí hasta que noté ti sonrojo y tu mano sobre tus labios temblaba por la vergüenza, me pregunté entonces si podría tener al menos una pizca de esperanza contigo. Y así fué.

"T-toya yo t-también te quiero, es solo que fue muy r-repentino"

'Yo también te quiero'. Esas fueron las únicas palabras que escuché y las únicas que me bastaron para ser feliz, te tomé de la cintura y te planté otro beso. Más apasionado, más profundo, más intenso demostrándote que yo no sólo te quería, no. YO TE AMABA. Te amaba Yuki, y lo sigo haciendo ahora.

III

Nuevamente llueve. Es un día de aquellos en que parece que el cielo se cae.  Escampabamos  juntos debajo de un árbol y después de un tiempo decidimos que iríamos a tu casa. Le llamé a Sakura para informarle y pronto estábamos en camino debajo de mi paraguas. Habías olvidado el tuyo.

Otra vez quería demostrarte mi amor pero sentía que un beso ya no sería suficiente, ni dos, ni tres...
Quería demostrarte que te amaba, y podía hacerlo, pero no sabía cómo. 
Llegamos a tu casa y después de sacudirnos el agua fuimos a tu cuarto. Te besé pero no fue suficiente, quería algo más. Comencé a besar tu cuello y recorrer con mi boca a él camino hacia tus hombros y, como la vez del beso, me apartaste sonrojado y con algo de miedo en tu mirada.

"T-toya ¿Qué e-estás tratando de hacer?"

Quería explicarte a detalle lo que iba a hacer, pero solo lograría espantarte más, así que con un movimiento suave me acerqué a ti y escondí mi rostro en tu cuello.

"Demostrarte cuanto te amo" Susurre esperando que me escucharás.  Tu solo levantaste mi rostro con ambas manos y me besaste nuevamente, dándome paso para liberar en ti todo el amor contenido hasta ese entones.

Comencé con los besos en tu cuello, y con ayuda de mis manos bajé poco a poco tu camisa, tu aún temblaban pero cada vez que te preguntaba me decías que no me detuviera, y así lo hice.

Pronto me encontré besando tu pecho acompañado de tus lindos gemidos de fondo. Llevé mi boca hacía uno de tus pezones y succione la punta, cuan delicioso eras.

Bajé mis manos hasta tu espalda y en un movimiento rápido las pasé por debajo de la tela de tu pantalón y después de tu ropa interior. Tu piel era tan suave que podía pasar el resto de mi vida acariciandola.

Te recosté lentamente en el suelo y ante tu mirada curiosa baje tus pantalones haciendo que te avergüences por lo que estaba pasando,  tus calzoncillos siguieron el mismo camino, los míos también. Me coloque entre tus piernas y aprecie tu miembro el cual tu trataban de tapar insistentemente, sostuve tus manos y las puse contra el piso, utilizando mi mano libre para acariciar tu pecho y bajar a tu pene erecto para acariciarlo. Subía y bajaba robandote gemidos y suspiros que solo hacían que me excite más.

  Usando el líquido que había salido de tu miembro, lubrique tu entrada para prepararla a para lo que venía. Metí uno, después dos y finalmente con ellos hacía un vaivén entrando y saliendo de ti. Te amaba y pronto sabrías cuanto, pronto al fin te demostraría cuán grande era mi cariño por ti.

Saqué mi dedos de tu entrada y alzando tus piernas por sobre mis hombros,  comencé a introducirme poco a poco dentro de ti. Unas lágrimas salieron de tus ojos y como mi pulgar las sequé. 
Cuando estuvo todo mi miembro adentro, te embesti lo más lentamente que pude, cuidando no hacerte daño. Entraba y salía una y otra vez, cada vez más rápido, cada vez más fuerte y de esta forma continué hasta que te viniste acompañando tu orgasmo con un gemido celestial. Yo me vine poco después. 

Nos recostamos en el suelo y  con una manta que busqué es tu armario procure taparnos a los dos.

Abrazándote por la espalda cerré mis ojos y me quedé dormido.

IV

Hoy es uno de esos días en los que necesito demostrarte mi amor nuevamente, no me importa como sea pero debo hacerlo.

Permiteme apoderarme de tus sentidos y te enseñaré que no son necesarias las palabras para expresarte mi amor verdadero.

FIN

N.A: Me encanta esta pareja, prácticamente fue la primera pareja yaoi que vi y siento que no hay simiente de ello. Espero que haya sido de su agrado. Recuerden que me gusta leer comentarios ♡♡♡ hasta la próxima.