One-Shot: Una eternidad juntos (One Piece. Law y tú)

Una eternidad juntos.

Era una noche fría, había una fiesta de disfraces, una joven de (t/c) y ojos (c/o) estaba sentada en un rincón, estar en fiestas no era su actividad favorita, pero sus amigos la convencieron de ir; traía puesto un vestido negro arriba de las rodillas, mangas largas acampanadas, adornado con un moño naranja, portando un sombrero triangular en la cabeza, portando un antifaz.

Sin embargo estaba aburrida...

-(t/n) ¿por qué no convives?- la regaño Nami, quién estaba vestida como una sexy gatubela. –No te invite para que sólo tomes soda y te quedes ahí sentada...- se cruzó de brazos.

-Lo siento... sabes que no me gustan mucho las reuniones...- en ese momento se escuchaba una competencia. –¿Qué pasa?-

-Luffy y Bonney compiten por ver quién come más...- dijo con una sonrisa. –Ya aposté contra Robin a que gana Luffy, anda vamos a verlos...- la (t/c) sonrió y acompaño a su amiga.

La fiesta era grande, había mucha gente que ella no conocía, así como sus amigos del instituto, tenía 20 años, asistía a la universidad. Todos estaban en la casa de Monkey D Luffy, una mansión de dos pisos y varias habitaciones, la fiesta se realizaba en la parte de abajo, había comida y bebida por montón.

La joven veía a sus amigos divertirse: a Zoro, disfrazado como samurai, tomando con un chico que conocía como Kid, vestido como un psicopata asesino; veía a Brook, vestido como esqueleto, tocando con su banda música para ambientar el lugar; a Chopper, vestido de reno, y a Ussop, vestido como arquero, comiendo dulces. Llegó a ver la competencia entre Luffy, quien vestía como pirata, contra Jewelry Bonney, vestida de la bruja de caramelos; fue entretenido, pues ambos tenía la fama de comer mucho, el ganador fue Luffy.

(T/n) comenzaba a disfrutar de las cosas que hacían sus amigos, reía y el tiempo pasaba, al llegar la media noche la joven salió a tomar un poco de aire, pues se encontraba algo mareada por un par de bebidas que tomó, se encontraba en un balcón mediano del primer piso, ya quería irse, pero no podía hacerlo sola, debía irse con Nami antes de que se emborrachara y gastará todo su dinero en apuestas.

-Es una noche agradable ¿verdad?- dijo una profunda voz masculina, ella volteo un poco asustada, se pasmo al ver a un joven moreno, de cabello negro corto, revuelto, ojos grises con unas leves ojeras, disfrazado con una gabardina con capucha negra y una guadaña. –Perdona si te asuste...- dijo con una sonrisa ladina, regresando a la joven a la realidad.

-No te preocupes... es que no te escuche llegar...  soy (t/n)...- se presentó mientras la sangre subía a sus mejillas, era un chico atractivo.

-Law...- tomó la mano de la joven y la beso de manera caballerosa. –Hermoso nombre...-  eso sonrojo toda la cara de la chica.

-Es... es un gusto...- dijo nerviosa. –Y... ¿qué te parece la fiesta?-

-Casual como cada Halloween... en noches así puedo ser yo mismo...- ella enarcó la ceja confundida por el comentario. –Y usted (t/n)-ya ¿disfruta la fiesta?-

-S... si, es una linda noche...- él la tomó de la cintura acercando su cuerpo. –¿Qué hace?- el sólo sonrió ante el nerviosismo de ella.

-Mejorar esta noche...- acercó sus labios a los de la (t/c), besando con delicadeza, ella atónita al principio, lo correspondió poco después, pasando sus brazos por el cuello del joven.

Era una locura, nunca había besado a alguien, tal vez era por el alcohol ingerido, el beso se volvió más apasionado, sin embargo a los pocos segundos se separaron por la falta de aire, ella estaba avergonzada, pero feliz y él sonreía lascivamente, relamiéndose los labios, abrazando posesivamente a la chica.