Capitulo 4

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Ayana:
Sonó el despertador.
Decidí cambiarme y cuando estaba lista para irme entro mi Madre a mi cuarto y dijo:
- Ayana necesito hablar contigo. -dijo con un tono de voz diferente.

- Claro mamá ¡Dime qué pasa!

-Ayana, tu padre y yo nos vamos a divorciar y... - comenzó a llorar.

-mamá ¿qué pasa? ¿Cuál es la razón por la ¿cual mi papá y tú se van a divorciar?

-Tú padre tiene una amante. - dijo llorando desesperada.

-¡mamá! Pero ¿que dices? -comenzaba a llorar.

-hija, nos tenemos que ir de este lugar, nos mudaremos a España con tu abuela Carlota.

Eso que dijo fue como si me hubieran disparado y hubiese estado de vuelta ahí.
Mi madre estaba loca, no podía dejar mi vida, mis amigos, mi escuela, todo.

- Nos vamos en 4 días. -dijo mi madre.

Decidí que la mejor opción era hacerle caso a mi madre y despedirme de todas las personas que quería.
Llame a Kate.

- Hola Ayana .

-Hola Kate, necesito hablar contigo, ¿te parece si nos vemos saliendo de la escuela en el café que está cerca de la escuela?

-por supuesto y ¿no vendrás a la escuela?

-después te cuento todo. -dije

Decidí que lo mejor sería quedarme en casa a ordenar mis cosas.
viendo aquel cielo tan azul por la ventana, me di cuenta que era una situación en la que toda mi vida se iría abajo y mis recuerdos de aquel lugar...
para ir a un lugar al que no le conocía en nada.
Tenía miedo. Miedo de no tener amigos, de no ser feliz, de que algo saliera mal.

Transcurrió tan rápido el tiempo que ya era la hora en la que había quedado de verme con Kate.
Salí corriendo de la casa y llegue hasta donde estaba ella, al verla lloré porque ella había sido mi amiga durante 6 años y no quería separarme nunca de ella.
-¿qué te pasa Ayana?

Decidimos entrar al café y le conté toda la situación...

Ella me apoyó me dijo:
-Ayana, a pesar de todo lo que suceda tú eres mi mejor amiga y siempre lo serás, el que te vallas no implica que no nos podamos llamar o incluso hasta hacer videollamadas, yo siempre seré tu amiga y te apoyaré en las situaciones difíciles y felices de tu vida, te quiero y no te dejaré sola. -dijo llorando.

En esos momentos me sentí feliz por no haber perdido a es persona tan importante para mí.

-Ayana, ¿vamos al bar de la otra noche? 

-si Kate me hace falta despejar mi mente. -le conteste .

Nos dirigimos hacia ahí y para mí sorpresa estaba Max el chico de la otra noche.

-¡Ayana! Qué bueno es encontrarte.

-Max, tampoco te esperaba ¡por aquí!

Hablamos como siempre, toda la noche cuando ya eran las 12 Kate me dijo que nos teníamos que ir.
me invitó a salir al otro día y acepte con mucho gusto.
Estaba tan feliz cuando llegue a casa.
ese chico era maravilloso, ¡hacia que olvidara todo!

Cuando llegue a mi cuarto, como siempre
mi ventana estaba abierta y las estrellas como todos los días, lucían hermosas.

Viendo aquella ventana y las hermosas estrellas decidí que no me debía ilusionar con Max, pronto no lo vería jamás, y era algo que me dolía mucho, ese sentimiento de no volver a verlo me inundaba y me acababa.

En esos momentos la mejor decisión era ir a dormir.

Mirarte dolía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora