Capítulo 2: Afrontar.

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-Sehun.

"Rehabilitación... ¿Él había dicho rehabilitación? Entonces mis piernas... ¿Puede que no me recupere jamás?" –Pensé. Después de tomar conciencia de lo que realmente estaba pasando, comencé a sudar frío, tomé mi cara entre mis dedos y nuevamente trate de mover mis piernas, y para terror mío, ya no tenía sensación alguna en ellas.

"Yo sé que no es fácil, pero con mi ayuda y de los demás doctores..."- comentó el delgado chico que estaba en frente mío, sacando dulcemente mis manos de mi rostro y luego con un pañuelo, secó mis lágrimas y el sudor.

Sus palabras no parecían vacías como las de cualquier doctor, tenían una cierta calidez que no podía explicar, pero hacían que extrañamente confiara en él.

"¿Puedes dejarme Sólo? Necesito pensar...".- le dije sacando sus tibias manos de mi cabellera.

"Te dejaré sólo por esta vez, pero quiero que recuerdes que desde mañana nos veremos a diario... Mañana comenzaremos tu rehabilitación."

Sentía su mirada inquisidora, no era algo a lo cual me demorará en acostumbrar.

Sentí cerrar la puerta, el sonido que se produjo estremeció mi cabeza, y en un par de minutos en silencio comencé a sentir mis sollozos.

Quería salir corriendo, quería correr hacia mi casa, abrazar a mi madre, quería correr e ir a surfear. Quería comenzar a trabajar y conseguir mis sueños. No es justo que venga una persona de la nada y te diga que debes hacer rehabilitación porque ya no sientes las piernas, por ya no podrás camina, nadar, bailar, NADA. ¿Es mi culpa? ¿Por qué me sucede esto? Es verdad que cierto porcentaje de gente puede volver a rehabilitarse, pero la gran mayoría no. Entre lágrimas y pensamientos, mientras enterraba mis uñas en mis piernas para sentir dolor, me quede dormido sin darme cuenta y lo que al otro día me despertó, no fue aquel chico delgado, si no que la voz de mi madre y la de Jongin.

"Niñatos, como se les ocurre meterse ebrios al mar, ¿nunca han escuchado que el mar en luna llena está furioso y busca a los incautos para llevárselos al fondo de sus dominios?" - exclamó desconsolada mi madre, que escupía cada palabra en contra de Jongin, quien solo la miraba apenado.

"Señora, usted sabe que esos son solo mitos sobre el mar...Sé que cometimos un error pero el mar es solo agua, no es una persona o un ser vivo."

"¡Qué tonterías hablas niñato! El mar es un ente enviado por Dios, es aquel quién vigila nuestras acciones, por eso se lleva a los incautos como tú y el estúpido que tengo por hijo."

"Gracias madre, yo también te amo." - Interrumpí antes de que siguiera insultando a Jongin y a mí.

Antes de decir algo más, sentí como ella y Jongin se lanzaban a mi cama, ambos llorando a gritos.

"Hey, no es para tanto, estoy vivo y es lo importante." - Exclame con una seguridad la que ya quisiera que fuese verdad.

"Hijo mío, me han dicho que no puedes... Que no podrás..." –Dijo entre sollozos.

Un silencio incómodo lleno la habitación, ninguno de los tres quiso decirlo, nadie se atrevía a decir que me quedaría sin poder usar mis piernas para siempre.

"Lo importante es que sigo vivo, y es lo único que importa..." - Antes de terminar, Jongin se arrodilla y grita

"¡¡¡¡PERDON A AMBOS!!!! Si no hubiese desafiado a Sehun, si no hubiésemos bebido tanto, Sehun no hubiese..."

De repente, un doctor entra a la habitación interrumpiendo a Jongin, el doctor venia seguido del delgado hombre de ayer quien me miraba con sus brillantes ojos.

Don't Let Me Down. [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora