Capítulo 5: Un comienzo y un final.

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Capítulo 5:

Sehun, pasado -

A pesar de que los días que pasaban me sentía peor por mi diagnóstico, no quería levantarme, no quería nada, y la pobre enfermera Tae Hye ya no podía cargar sola con mi depresión.

No veía a Luhan desde el día de mi diagnóstico, y en cuanto a qué profesional se hacía cargo de mí, pues el doctor Kang dejó a cargo al doctor Suho, aquel nuevo médico del continente, que vino a presentar su práctica como Luhan.

Por lo que mi enfermera y Jongin me contaban, todo el mundo odiaba al nuevo médico, ya que su poca humildad y trato con el personal lo hacían parecer alguien bastante desagradable y detestable.

Aunque mi deseo de querer recuperarme aún estaba vigente, nada de lo que Suho o Tae Hye me decían parecía importarme. El sólo hecho de saber que no podía caminar bien, o incluso salir a surfear me llevaba al fondo de la más terrible depresión.

Al doctor Suho no le parecía afectar en lo más mínimo mi salud mental, todo lo que tratara de eso, se lo delegaba a Tae Hye, que cada vez que el médico le dirigía la palabra, pareciera que en cualquier momento le saltaría encima a golpearlo, por ende, un día la enfermera estalló.

Sehun, ¿puedes decirme qué te pasa?, estos últimos días no has sido constante en tu tratamiento, pareces ido y desinteresado, sé que tu diagnostico no es el mejor, pero vamos, estamos juntos en esto, aunque ya no somos los tres de antes, de seguro podemos hacer que esto funcione. Hazlo por ti, Luhan y por mi... Luhan fue el primero en abandonarme..., no lo he visto hace días. Sabes Sehun, el doctor Luhan lo ha hecho por el bien de ambos... digo, por el bien tuyo, el doctor Suho es un excelente médico, aunque su carácter no lo sea. Lo mejor que puedes hacer es mejorarte por el doctor Luhan y por mi... y lo más importante, por ti y tu madre.

Después de ese largo sermón, comencé a darme cuenta de que Tae Hye tenía razón, si no quería estar apestado en este hospital toda mi vida, debería comenzar a ponerme las pilas.

Sehun... por favor, vamos a retomar los ejercicios, ya verás que podrás caminar por tu cuenta en menos de lo que canta un gallo. Sí yo y una muleta o un estúpido bastón... pero bueno Tae Hye, tienes razón, entre más me esfuerce, menos tiempo pasaré en este hospital.

Mi enfermera se alegró por la decisión, y raudamente me llevó a la sala de ejercicios, llamó al doctor Suho, quien llegó a realizar su labor.

Comenzamos de cero nuevamente, la rutina de ejercicios había cambiado, ya que la condición era distinta, debíamos evitar que mis músculos se atrofiaran, y debíamos hacer que mi pierna izquierda comenzará a tener alguna reacción.

Pasaron semanas desde que el nuevo equipo de trabajo se había formado, y poco a poco comencé a caminar con muletas, mi pierna derecha podía mantenerse firme gracias al aparato ortopédico que ocupaba y aunque mi pierna izquierda no presentaba alguna mejoría, mi otra extremidad ya estaba casi a un 80 % de su capacidad.

Cada sesión de ejercicios podía ver como Luhan estaba con sus otros pacientes, examinándolos, tocándolos... Los días en que me encontraba con Luhan en la sala, comenzaba a sentir celos de sus pacientes, me empecé a dar cuenta que no quería que nadie más sintiera sus suaves roces, o que tranquilizara con su dulce voz, y lo que más odiaba es que con ellos podía ser tan directo, ya que de mí nunca se despidió, o nunca me dio una explicación acerca del cambio de profesional en mi caso... ni mucho menos de aquel beso que me dio.

A diferencia de Luhan, las manos del doctor Suho eran frías y duras, carecían de cualquier tipo de sentimiento o dedicación hacia lo que estaba practicando, en pocas palabras, no me hacían sentir lo mismo que las cálidas manos de Luhan.

Don't Let Me Down. [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora