Capitulo 1

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El viento besa con los belfos fríos, su tersa y nívea piel. El menudo cuerpo, sucio y maltratado, corre por las solitarias calles de Seúl. Grita por ayuda, pero sus lamentos son opacados por el torrente llorar del cielo. La luna le mira, pero no puede hacer nada más que alumbrarle el camino.

Sus perlas que se camuflan con el llorar del cielo, resbala con presión sobre esas mejillas pálidas, casi sin vida, llenas de rasguños.

Sus sollozos son fuertes. El pequeño joven hiperventila. Ellos ya están cerca. Vienen por él. Su rostro se contrae cunado escucha risas. Su piel se eriza. Su corazón quiere detenerse. Su alama quiere huir antes de ser atrapada.

Se aproxima al rio Han, si ellos lo atrapan, estará sujeto a la tierra por siempre; su alma no será feliz y nunca se ira. No puede permitirlo. En cuanto se acerque a la orilla del rio, saltara para que el agua lo consuma, se robe su oxígeno y le quite la vida.

Trae el corazón en la boca. Da una última mirada hacia su reverso, y los ve, ahí están. Con temor y soltándose de la vida por completo, salta. El agua lo traga. KyungSoo sabe que cualquier oportunidad de vivir le fue arrebatada. Pero se siente tan bien. Ya no se preocupara más. Nunca más.

Con una sonrisa en su rostro azul, se despide del mundo y le sonríe a la muerte.

*

KyungSoo está convencido que tiene sus ojos bien abiertos, pero esa oscuridad tan penetrante y abrumadora, le hace dudar gravemente.

Sus manos tantean la superficie en la que su cuerpo recostado esta. Su olfato percibe una mezcla de olores que le hace difícil detectar alguno fijo. El ardiente calor envuelve su tersa piel ¡es como si estuviera en el mismo infierno (aunque claro está, que nunca ha estado en él, pero no hay nada peor que este calor que siente)!

-Tie-Tierra –musita y su garganta duele por el solo hecho de mandar a volar esa palabra.

No quiere moverse además que no puede. Su cuerpo parece tan pesado como si fuese un montón de blocks. Escucha con atención y nada. No hay nada más que su respiración. Y eso es tan desesperante que le perturba. Así se mantiene por el pasar de varias horas y sin querer, comienza a sollozar en la última. El silencio que ahora le envuelve, es traumante y muy perturbador, le hace sentir un sinfín de sentimientos, pero ninguno, es bueno.

KyungSoo se detiene, en cuanto escucha el sonido del crujir de las hojas cunado son aplastadas, ese sonoro que se escucha cada vez más cerca. Intenta mover su brazo y cede con facilidad. Entonces se anima a levantarse del suelo para ponerse en alerta. No mira nada. Es como si estuviese ciego. Su anatomía comienza a temblar. Sabe que eso que se aproxima, no es nada bueno, su aura es tan abrumadora como la oscuridad que le penetra hasta el alma.

Sin verlo venir, una mano sobre sale mostrando fuego sobre esta.

-Boo –escucha decir y casi se echa a correr-. No corras –y su cuerpo se paraliza contra él.

Hay luz, por fin. Con un tronar de dedos, la oscuridad se esfuma y le da paso a un panorama regalado la luz de una Luna llena. KyungSoo mira a su alrededor y puede apreciar los solitarios arboles con escasas hojas secas, mira hacia el suelo y solo puede ver tierra húmeda. Nada anormal a lo que imaginaba. Pero entonces, su vista se vuelve hacia el frente y sus ojos se desorbitan. Hay un hombre... muy peculiar; de entre su cabello negro, como lo más profundo del océano, sobre salen dos cuernillos. Su piel es blanca, pero no pálida. Sus manos delicadas, peros sus uñas largas y negras quitan todo deseo te si quiera echarles un segundo vistazo. El torso del hombre se deja besar por la luna, mientras el saco sobre sus largos brazos los esconde.

Besando al Diablo [BaekSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora