FIERRO: ULTIMAS HORAS

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voy caminando lentamente por el pasillo, en la cual parecer ser mi última caminata en esta tierra, muchos están contentos porque mi vida se va apaga hoy, algunos hasta han venido a ver como es pagada forzosamente por los verdugos. Es una experiencia de total calma, el saber que vas a morir no es como cuando estas en la "vida" y no sabes cuando la muerte llegara por ti, sientes esa desesperación, no, para mí no; para mí hoy estoy feliz de que mi muerte llegara, porque aunque sé que mi vida se acaba hoy y que pronto muerto estaré. Eso no le devolverá a nadie nada y no reparará todo el daño que hice y con el que me voy feliz de haber hecho... tal vez mi único arrepentimiento es no haber hecho más daño en esta tierra.

Llego por fin al patíbulo, la guillotina ya está puesta en su lugar, la miro emocionado como si de un niño a un juguete nuevo se tratara, luego volteo al público totalmente extasiado. Han hecho un circo de mi muerte... Eso me llena de una felicidad exquisita la verdad, tanta gente pendiente de mí, tanta gente odiándome y algunos hasta admirándome al mismo tiempo, es un sentir indescriptible mente psicológico y hasta halagador. Puedo divisar a la distancia a la señora Pérez, ella debe estar disfrutando más que nadie de este momento ya que haberme llevado el alma de su hijo es una de las cosas que me tiene aquí en esta situación ¡Ja ja ja, vieja estúpida!, no importa que hoy vea mi cuerpo caer, sé que eso no le dará una satisfacción tan grande como el dolor que tuvo al ver su pequeño y estúpido retoño abierto desde el pecho hasta el ombligo.

También puedo ver al oficial Díaz, ¡Qué feliz debe estar ese tipo! seguramente le dieron o le darán un aumento, y eso es lo que menos merece por haber atrapado a quien todos estaban buscando, de todas maneras no sé si haya valido la pena perder a su compañero en ese último desenlace de nuestra historia –Tal vez para él sí-.

Sí, mucha gente está reunida aquí para ver la partida de según ellos un criminal, un asesino... un monstruo, pero la verdad es difícil entender para ellos porque suceden las cosas y cuales son los motivos que impulsan a hombre como yo a actuar como lo he hecho, no trato de excusarme pero sí de alivianar mi carga personal.

Aun puedo recordar mi primera vez, yo salía de la escuela como todas las tardes y fui perseguido como todas las tardes por los mismos dos bravucones de siempre, solo que esta tarde no era como todas las tardes. Ya yo me conocía de memoria los callejones aledaños a la escuela y sabía dónde esconderme, me oculté en un callejón y esperé que ellos no se percataran. Y así fue, ellos no sabían dónde yo estaba y habían perdido el interés de buscarme ahí comenzaron a irse pero uno de ellos, el que se convertiría en el uno en mi lista decidió ir a orinar, y eligió -des afortunadamente para él- ese callejón.

Yo esperaba impaciente, sabía que el momento había llegado y tenía que actuar: era acabar con su vida o estar condenado a lo mismo por todo lo que me quedaba de vida... y no podía permitir eso.

Así que cuando entró al callejón lo golpeé lo más fuerte que pude con un madero que se había roto de un viejo árbol, al ver que cayó y que débilmente intentaba incorporarse volví a golpearlo una y otra y otra vez, hasta que su cráneo estaba destrozado. Por un momento solté el madero y me vi a mismo pensando "¡¿Qué carajo has hecho?!", pero luego recordé que era algo que por lo menos para mí era de vida o muerte...

Al día siguiente todos buscaban al pobre joven sin saber que ya se estaba retorciendo en el infierno con la basura inmunda a la que el pertenecía, me pregunto si al llegar yo allá él me recordará o si habrá estado esperando para cobrármela... Bueno, si eso es realmente de esa forma tengo muchas deudas por pagar allá abajo...

No ha sido fácil ser yo, no ha sido fácil vivir mi vida, pero si ha sido placentero, no puedo negar que he disfrutado matando gente. No puedo negar que he disfrutado dándole fin a innumerables e incontables vidas ¿y solo para qué? Para tener en mis manos el sentimiento de ser dios, de ponerle final a una existencia con tan solo mi deseo y mi obra. Ustedes no saben lo satisfactorio que es tener el poder absoluto sobre una vida, pero de verdad el querer experimentar este sentimiento en tantas ocasiones como lo he hecho yo tiene su precio a pagar: ser buscado, ser rastreado, no poder vivir una vida normal, no poder tener una familia. Y se preguntarán ¿vale todo eso el poder ser dios un segundo? Sí, totalmente lo vale, muchos de los que antes han estado en mi lugar habían hecho menos de lo que decían y se daban créditos de actos que no habían cometido y otros habían hecho tantos que se quitaban decenas solo para aliviarse de la presión espiritual, cosa que me parece ridícula a mí.

El aire me pega fuertemente en la cara, han escogido las 3 de la tarde como mi hora final ¿es algo irónico no? Morir a la misma hora que el que se supone es el salvador de la humanidad. Mmm, tal vez es una metáfora que así como la suya, mi muerte dará paz a la humanidad ¡Qué linda hipótesis tengo en mi mente!

El cura se acerca a mí preguntando si tengo alguna cosa que decir como última confesión:

- Queridos testigos de mi muerte, yo estoy feliz de que todos ustedes hayan venido a compartir mi último aliento conmigo. De verdad, es algo hermoso que yo una criatura que estuvo tan sola en vida se encuentre tan acompañada en muerte, aunque sea y tan solo por personas que ansían fuertemente mi castigo. A los familiares de las personas que asesiné quiero decirles que lo siento: siento no haber torturado más a todos sus seres queridos antes de llevarme conmigo al infierno; También, siento por todos esos familiares de los cuales los cuerpos de sus seres queridos no han sido encontrados. Con mi muerte es muy difícil que les encuentren, aunque bueno, en el estado en el que los dejé tal vez no quieran encontrarlos. A los policías responsables de mi captura y en especial al oficial Díaz ¡felicidades!.... Bueno, sin mucho más que decir me despido ante todos y espero que duerman muy bien esta noche.

La cara de todos había cambiado de una expresión de satisfacción y felicidad a una completa expresión de terror, yo había dado mi último golpe, sin tener que haber matado a nadie me había llevado un montón almas conmigo en un instante y con tan solo mis palabras. Aunque disfrutarían igualmente mi muerte ya no les sabría tan dulce...

Veo venir al verdugo con su cara tapada como en los años de la antigüedad, me hace feliz esto, siempre fui amante de la historia europea. Al acercarse a mí lo saludo con una sonrisa y le pregunto:

- ¿Exactamente cuánto tiempo la cabeza sigue viva después del corte?

Él se pone algo nervioso y se queda callado, yo solo rio bravamente y le digo - tratare de poner mi mejor cara.

Me arrodillo ante la guillotina y acomodo mi cuello en ella, bajo mi cabeza, el verdugo la cierra y el procurador comienza a hablar, mis oídos están sordos ante sus palabras yo solo alcanzo a pensar en.... Mi madre, ¡qué buena madre!, fue tan amorosa tan cuidadosa, que bueno que no está para ver esto; en mi casa... ¡qué gran casa! con una gran familia ¿qué pensaran mis hermanos de todo lo que ha hecho su hermanito?... En mi diario... ¿qué será de aquel que lo encuentre y lea sus páginas?... ¿Lo venderán a Hollywood? ¿Lo destruirán? ¿Harán un libro con el?.... Eso nunca lo sabré...

Por fin escucho el final del discurso del procurador que para finalizar comenta:

- ....Por todo eso y mucho más usted ha sido condenado a morir.. Condena que se efectuará inmediatamente.

Solo alcanzo a escuchar el sonido de la guillotina bajar y luego ante la horrorizada mirada de todos y con los ojos bien abiertos pongo mi mejor sonrisa...


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⏰ Última actualización: Nov 01, 2016 ⏰

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