REBELDE: Aun hay algo...

Capítulo 1

Narra Mia

Estamos con Miguel en un puente de un lugar bien chido, debajo del puente pasa un lago súper lindo. Nos acabamos de decir cuánto nos amamos, todo lo que querremos y lo que esperamos de nuestra relación, realmente estoy muy contenta porque sé que ahora las cosas han cambiado y quiero estar con él como él conmigo, nos estamos abrazando, siento como sus manos bajan a mi cintura y me acerca más a su cuerpo, me separo un poco de él para atrapar sus labios con los míos, nos besamos con pasión pero a la vez con ternura.

Llevamos varios minutos besándonos, estos han subido la temperatura, mis manos viajan por su espalda y su mano derecha está en una de mis nalgas apretándola y acariciándola, meto una de mis manos debajo de su camisa para tocar su abdomen desnudo, siento como el calor me invade, nos dejamos de besar para recuperar el aire que nos faltaba, Miguel me mira a los ojos, me sonríe y me dice

-Amor ¿estás segura de querer hacer cositas conmigo?

-Gatito bebe, claro que quiero estar contigo- le digo sonriente- quiero todo contigo

-Está bien bebe, entonces vamos hacerlo pero no acá- se acerca a mi oído derecho y me susurra- vamos a un mejor lugar para que sea más mágico nuestro encuentro

-Miguel sin importar donde estemos, mientras nos amemos y estemos decididos en hacerlo, todo será mágico- le digo mirándolo a los ojos

-Tienes toda la razón bebe- me dice con ternura- pero acá cualquiera nos puede ver, además seria incomodo

Me rió ante su ocurrencia y siento como mis cachetes se sonrojan, bajo mi mirada y le digo

-Está bien gatito bebe, tienes razón- le digo con voz de niña chiquita- Pero ¿A dónde vamos?

Miguel solo me sonrió, se separó de mí, tomo mi mano y empezamos a caminar hacia el otro lado del puente, andamos en silencio hasta donde teníamos parqueado uno de los carros de mi papa. Miguel me abrió la puerta del copiloto, le sonreí, él cerró la puerta y luego se subió en el puesto de piloto, puso el auto en marcha y coloco su mano derecha en mi muslo izquierdo yo me incline y le di un beso en la mejilla

-¿Me vas a decir a dónde vamos?-le digo

-Sorpresa bebe- me dice con voz de niño pequeño- quédate esta noche conmigo

-Gatito bebe eso es imposible- le digo con una media sonrisa –Sabes que mi papa no lo va aceptar

-Dile que te vas a quedar con tu mama- me dice serio

-No, si se llega a dar cuenta me mata y a ti también- le digo tajante

-Por favor- me dice con un puchero

-No- le digo seria- pero lo que podemos hacer es que le llamo a mi mama y le digo que me voy a quedar en su casa pero que llego pasadas las 12 ¿Te parece?

-Lo hablaremos después, Si -me dice ya más relajado

-No- le digo con tono serio y buscando mi celular en mi bolso –Voy a llamar a mi mamá en este momento para decirle que me voy a quedar en su departamento pero que llegare tarde

- ¿Por qué no llamas a Alma para que te ayude con tu papá?- me dice mientras yo busco el número de teléfono de mi mamá

-No, no quiero que ella pele con mi papa por eso-le digo mientras le voy marcando a Marina