REBELDE: Aun hay algo...

Capitulo 4

Narra Diego

Escucho a lo lejos el sonar de mi celular, aun no me quiero despertar, así que lo dejo sonar y me volteo en la cama para quedar boca abajo, intento volver a dormir pero el timbre del teléfono no me lo permite, intento ignorarlo pero es imposible, tomo aire me muevo en la cama hasta quedar en la orilla, estiro mi mano y tomo mi celular, miro la hora en el reloj de mi mesita de noche y veo que son veinte para las ocho, veo mi celular y tengo diez y siete llamadas perdidas de Roberta y 10 mensajes, me siento sobresaltado, desbloqueo el teléfono y le devuelvo la llamada a Roberta pensando que algo malo le ha pasado, es la única explicación que hay para que me llame un domingo a estas horas y con tanta insistencia apenas escucho que ha contestado me apresuro de decirle

-Amor ¿Estas bien? ¿Te ha pasado algo?- le pregunto con rapidez –Roberta háblame estoy preocupado por todas tus llamadas, dime que pasa.

-Monstro tranquilo, respira- me dice con voz tranquilizadora –Te estoy llamando con tanta insistencia porque quedamos de vernos con Johnny en la disquera a las nueve

-Amor casi me matas de un susto, pensé que algo te había pasado- le digo ya más tranquilo –Me baño, me arreglo y paso por ti ¿te parece?

-No se bebe, porque Miguel va atraer a Mia acá a la casa para que se arregle, entonces yo creo que me voy con ellos- me dice Roberta –Es una bobada que vengas hasta acá pudiéndome ir con ellos

-Está bien Roberta- le digo un tanto molesto- entonces nos vemos en la disquera

-Monstro ¿te pusiste bravo?

-Sabes me voy a bañar para que no se me haga tarde, nos vemos allá

-Diego, amor no me vayas a colgar- me dice con una voz tierna –Yo te lo decía para que no tuvieras que venir hasta aquí, pudiéndome ir con ellos, no es por nada mas

-Está bien, ya da igual- le digo aún más molesto –Nos vemos en la disquera

-Si quieres venir, para que nos veamos antes de ir a la disquera e ir juntos, acá te espero

-No, ya no quiero- le digo ya de mal genio –Nos vemos en la disquera, vete con ellos, yo le hablo a Giovanni para avisarle y paso por él, claro si él quiere

-Monstro, bebe no te pongas así- me dice en un tono de voz que me desarma, pero mi mal genio sigue en aumento –No quiero empezar mi día peleando contigo por una bobada

-Ya déjalo Roberta, ahora nos vemos- le digo con un tono de voz serio –Voy a bañarme, tú también ve arreglarte

-Diego deja tu mal genio- Me dice con un tono de voz un tanto serio –Te estas ahogando en un vaso de agua, es una bobada por lo que me estas peleando

-Lo hablamos luego, si Roberta- le digo pensando en lo que me dijo –la neta me quiero ir a bañar

-Está bien, nos vemos en la disquera- me dice con un tono un tanto serio –Recuerda que te amo mi monstro malgeniado

-Yo también te amo- le digo con un tono de voz más relajado y cuelgo el teléfono

Me levanto de la cama y me dirijo al baño, me cepillo los dientes, utilizo el inodoro, me desvisto y me meto en la ducha, abro el agua caliente, espero unos segundos a que esta alcance la temperatura que a mí me gusta, me meto debajo del agua y pienso: Roberta me va a volver loco, me da mucho coraje que no quiera verme antes de llegar a la disquera, todo estaba tan bien, ayer todo fue tan mágico, la pasamos bien chido y hoy seguramente como dice ella me estoy ahogando en un vaso de agua, y le estoy peleando por una bobada, pero me da mal genio que ella no quiera hacer las cosas como yo quiero, lo único que quería era verla antes de llegar a la disquera para que el mal humor que tenía por despertarme tan temprano un domingo y por haber sufrido un susto innecesario, se desvaneciera al verla. Odio que ella pueda empeorar o mejorar mi estado de ánimo con tal solo una palabra.