Mi eterno amor

CAPÍTULO 2

Bueno ya es el día, antes de irme a la casa de mi prima tengo que despedirme de mi papá, se irá a trabajar a Puebla y no lo veré en un gran tiempo...pero bueno a si es esto de trabajar.

Bueno ya es hora de irnos y digo irnos por que mi mamá también irá.

Ya en la casa de Sandy (mi prima) aún era muy temprano para empezar la posada, dijo que hacía falta más personas que llegarían más al rato y nos pusimos a ver películas para matar el tiempo.

En eso pasaron unas cuantas horas y yo como que ya me estaba aburriendo, no era como realmente me lo esperaba...¡una decepción fatal!

En eso, llego una niña alta, güerita y con el cabello largo. La vi y me encantó, en mi mente pasaba tantas cosas como que ella era muy bonita pero a la vez sabía muy bien que ella tan bonita no se fijaria en un niño como yo.

Ella era prima de mi prima (de su otra familia) y se comenzaron a hablar...hubo un momento que ellas se apartaron y me dejaron sólo...yo sólo veía mi iPod (revisando Facebook) aburriendome...ya me había quedado claro que la chava que dije que estaba bonita no me aria caso a si que sólo olvide que me gustaba.

En eso derrepente escucho que no prima me llama. La verdad hiba intusiasmado ya que esperaba quitarme el aburrimiento.

-Mira ella es mi prima Karen- dijo Sandy presentadomela.
-Y el es mi primo Miguel- dijo presentandome.
Comenzamos a hablar ella, Sandy y yo, ahora si ya no estaba aburrido. Nos comenzamos a llevar bien, hablábamos de tantas cosas Karen y yo que poco a poco fuimos quitando a Sandy de nuestra conversación, tal vez lo aya notado...no lo se.

Cuando menos me di cuenta ya era noche, ahora si era por fin hacer la posada aunque...la verdad ya no tenía las ganas que tenía antes de llegar ya que yo sólo quería estar con ella hablado.

Pasó los cánticos y resos que se hacen, era hora de romper la piñata y lo mismo...ya no tenía tantas ganas como antes.

Terminó todo eso nos fuismos otra vez a seguir con nuestras pláticas, supongo yo que mi prima había notado algo raro en mi por su manera de mirarme a mi y a Karen.