Capítulo 1

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Olivia
Me despierto gracias al bonito sonido de mi queridísimo despertador, el cual, si no fuese el quinto que rompiese este mes, hubiese hecho como con los otros, estamparlo contra la pared de mi cuarto. Esto de tener que ir al instituto es una real MIERDA, si, con mayúsculas y todo. Lo odio porque no me ha gusta estudiar, pero tengo la suerte de que con prestar tan solo un poco de atención en clase ya apruebo.

Al levantarme me voy rápidamente hacia la ducha ya que hace mucho frío fuera y necesito estar calentita, así que al adentrarme en el baño enchufo el calentador, para que así cuando salga de ducharme no me congele por el frío invernal de Chicago. Después de enchufar el calentador, abro el grifo de la ducha a tope y lo pongo también al máximo de temperatura, me encanta ducharme por las mañanas y que mi piel se relaje con el contacto del agua caliente, aunque hay veces en las que me quemo porque soy muy patosa, pero ese es otro tema.A continuación de ducharme, me visto, obviamente, y bajó corriendo a desayunar, ya que me muero de hambre.

En la cocina me encuentro con mis padres y los niños de mis ojos, mis hermanos (que son gemelos) Christian y Jack, los cuales tienen cuatro años menos que yo, osea 12, y ellos ya nacieron aquí, en Chicago, en cambio yo no. París fue la ciudad en la cual nací y estoy muy orgullosa de eso aunque ya no viva allí.
Me acerco a darles un beso a mis niños en la frente y ellos me lo devuelven en la mejilla, y luego pasó a darle uno a mis padres.
- Buenos días- digo después de darle los besos que les corresponde a cada uno.
- Buenos días- me responden todos al unísono
- ¿Cómo has dormido Olivia?- pregunta mamá
- No me puedo quejar- le respondo con una sonrisa

Cuando acabo de decir esas palabras cojo mi bol con cereales y colacao y una cuchara para empezar a comer, ¡estoy hambrienta! Como mucho y no engordo, esa es mi gran suerte. Intento no atragantarme con la comida ya que he mirado la hora en el reloj de la cocina y he visto que me faltan tan solo diez minutos para tener que salir de casa hacia el instituto con mis niños, pero antes de eso debo lavarme los dientes, cepillarme el pelo y coger las cosas para clase. Espero que me de tiempo...

- Niños daros prisa, que no quiero llegar tarde- apremio a los gemelos
- Si pesada... cada día nos dices lo mismo y siempre llegamos puntuales- responde Chris.
Entonces le lanzó una mirada asesina para que no diga nada más y que me haga caso.

Me termino los cereales lo más rápido que puedo, meto el bol en el lavavajillas y subo corriendo las escaleras dirección al baño para lavarme los dientes y cepillarme el pelo. Tardo dos minutos en hacer eso y dirigirme rápidamente hacia mi habitación a acabar de preparar la mochila, lo único que me falta por coger es el almuerzo que al bajar a la cocina cojo del bol de la fruta una manzana, la lavo en el fregadero, la seco y a continuación la guardo en la mochila.
-  ¡Chicos!- chillo- ¡Nos vamos!

Al instante bajan a la entrada con sus cosas, les dan un beso a nuestros padres y salen fuera de casa. Yo hago exactamente lo mismo, y al salir de casa cierro con llave. Hoy no se por qué tengo la sensación de que va a ser un día muy diferente.

Mi primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora