Mi Reflejo Demoniaco ||SonExe||

Cap.-1/ Mi Final?

  Desperté en una posición algo incómoda, mis brazos amarrados y hacia arriba, estaba colgado desde mis muñecas, mis piernas un poco abiertas y también amarradas como para no poder moverme. Estaba en pánico pues, no sabía donde me encontraba y tampoco recuerdo lo último que hice, todo era muy incomodo, queriendo salir lo más rápido posible de ahí. Con los ojos vendados me movía energéticamente para zafarme inútilmente de las cuerdas que me sujetaban, en eso una puerta se abre inesperadamente y ahí el miedo y pánico de no ver nada y saber que alguien que de seguro no conocía entrara a la habitación como una película de terror por decirlo así, donde poco menos empiezan a cortarte salvaje y dolorosamente las extremidades.

—Hola pequeño azulito, como te encuentras?

Haber... Como carajos pretendía que le contestara si me tenía la boca con quizás que mierda para que no modulara, es un imbécil. El problema es que no se quien es, no se donde estoy, y su voz, me atrevería a decir que es la misma mía, ni Scourge tiene mi misma voz siendo que prácticamente soy yo.

Horas... Horas han pasado desde que estoy sufriendo aquí, se va y vuelve de vez en cuando, para que me quiere? Mi ropa esta mojada, la camisa que llevaba junto con mis shorts están muy húmedos. En una esquina suena la caída de varías gotas desde las alturas, hasta se cada cuantos segundos cae una. Llegó al cuarto otra vez, sentí sus pasos hacía mi que me ponían los pelos de punta, a veces deseaba llorar al punto de parecer un pequeño niño, me moví intentando sacar mis manos de las sogas hasta que... Un susurro con aliento tibio extremadamente cerca de mi oreja me hizo paralizarme y estremecer

—No te muevas tanto, no es necesario... Mejor esperas a que te mueva yo contra mis caderas
Al final dio una pequeña risa algo... Distorsionada?

Que quería decir con eso? Contra sus caderas? No, al pensarlo bien creí que ya sabía lo que haría y no puedo dejarlo hacer eso. Exigí por lo menos verlo unos segundos para saber quien me iba a hacer algo tan asqueroso o por lo menos escupirle en la cara —a lo mejor sirva de algo— pensé por un momento hasta escuchar —de verdad quieres verme? No te lo recomiendo— era una broma cierto? Lo dirá porque es feo? No, obviamente es para que no sepa quien es —pero si de verdad quieres pues, solo vuelve a preguntar— quede helado... Acaso me dejaría verlo? Esto era una oportunidad? Y sin pensar repetí —puedo ver quien eres?— La venda salió de mis ojos, una luz segadora no me permitía distinguir nada. Cuando me acostumbre a la luz me di cuenta de que estaba en un cuarto como cualquier otro, paredes rojas, una cama, algunos muebles y ya, aunque quizás que tendrían adentro, solo algo distinguía de las demás habitaciones normales y era la base que había en el techo del cual yo colgaba como un simple pedazo de carne viva

—Donde estas?

—Detrás tuyo pequeño

En eso, el aparece desde detrás mía dejándose ver completamente... Fue traumante en cierto modo, pero estaba tan impactado que no podía pensar en tener miedo ni hacer nada tampoco. Era literalmente yo, era como mi reflejo pero... Diferente a la vez, con esos ojos negros donde solo dos iris rojos brillantes se podían ver, lágrimas de sangre que recorrían sus mejillas y su malvada sonrisa que me hacía estremecer

—Q-Quien rayos eres? O m-más bien... Que eres?

—Tu eres parte de mi, tu me perteneces, lo entiendes?

—yo no le pertenezco a nadie!! Sácame de aquí!!

—No es así de fácil, tu saldrás cuando yo lo diga

No puede estarme pasando esto, no a mi, quién es el? Somos lo mismo? Somos... Que mierda somos? Aún no logro comprenderlo. Cuando iba a pronunciar palabra la venda volvió a mis ojos, otra vez no veía nada, algo que de verdad es desesperante, ojalá no me haga eso que creo hará conmigo... Antes muerto.
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—A-ah... Aaah... A-aah... P-Por favor para... M-Me duele mucho... A-aah

—No voy a parar ahora, no tengo intenciones de hacerlo

—D-De verdad duele, a-aaah por favor!

—Shhh... Sigue disfrutando del momento... Vaya que eres estrecho, se nota que eres virgen

Sentía que moriría del dolor en cualquier momento, su miembro me embestía bestialmente haciendo que mi cuerpo sangrara demasiado, tarde o temprano caería inconsciente. La sangre corría por mis piernas, me preguntaba si el se a de dar cuenta de mi estado o si en verdad no le importaba en lo absoluto, por una fracción de segundos un líquido me llenaba en dirección contraria a la sangre, deje de sentir movimientos después de que el saliera de mi interior. Mi cuerpo... Ya no podía dar más, sentía ganas de vomitar y mi cabeza dolía mucho, mis ojos ya débiles se cerraron inevitablemente y caí inconsciente por el estado en el que estaba.

—Mierda... Me pasé del límite... Carajos, no te vayas a morir ahora...