Capítulo 2

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ASHLEY PROV'S
Al llegar a casa lo que hice fue saludar a mis padres y coger el móvil. Tenía varios whatsapp de Kiara dándome las gracias por lo de esta mañana, yo honestamente le respondí que no fue nada.
Puse mi música favorita, reggaetón. Se ve que me quedé dormida porque al abrir los ojos eran ya las 23:00h.
Bajé a comer algo, estaba muerta de hambre.
Puta gorda
Que te jodan conciencia.
Me hice unos macarrones con queso, manjar de dioses. Al acabar de comer cogí el portátil y saqué unos billetes para irme mañana por la noche.
A donde iras tú
Voy a dejar de escucharte ya joder.
El billete más barato que había era hacia New York, asi que lo reservé. Preparé la maleta, la más grande que tenía, ya que no quiero volver a ver a mis padres, sería muy doloroso, les quiero demasiadopero lo necesito, a lo mejor vuelvo dentro de un tiempo.
Miré también un apartamento para alquilar o para compartir, algo barato,  vi uno hermoso para compartir.
Me fui a dormir otra vez, porque mañana me despediría de toda mi vida y empezaría de cero en New York.
***
Amaneció nublado, con pinta de lluvia, me encantan estos días, son para estar en casa con una manta y una buena película.
Tenía escondida la maleta debajo de la cama
Como no, todos los bobos esconden la maleta ahí.
Gilipollas, mira que me tocó una conciencia subnormal.
Sentía emoción, pero a la vez un gran nudo en la garganta que hacía que me costara respirar.
Cogí el disco duro para poner mi película favorita, "El último baile", que como siempre me hizo llorar.
Al acabar la peli me sonó el móvil, al ver su nombre iluminado en la pantalla mi rosto cambió, era él, Jayden. Decía que quería verme, que estaba muy enfadado. Me eché a llorar, me volvería a pegar, otra vez no. Le respondí con el siguiente mensaje:
Mira, que estés enfadado no es mi culpa, búscate otra chica, que yo no soy tu puto saco de boxeo.
Media hora después sonó la puerta, vi por la mirilla que era Jayden, con su cara de enfadado y los puños apretados. Me daba miedo abrir, pero si no abro derribará la puerta. Su voz me sacó de mis pensamientos.
-¡Ábreme la puta puerta de una jodida vez!-Y le abrí, fui tan gilipollas de abrirle.-
Acabé con un ojo morado y fijo que alguna costilla rota.

Después de trabajar como saco de boxeo.
No te habría hecho nada si no hubieses abierto la puerta.
Cállate joder, ¿Para qué coño tenemos conciencia?
Miré la horay solo faltaba para que el vuelo despegáse. Me di prisa y le dejé una nota a mis padres diciendo que me ina t por qué.

Huyendo de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora