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Anaïs sentía que él tiempo pasaba lentamente su vientre ya de siete meses se notaba aunque casi no había aumentado de peso. Su trabajo le hacía bien, la distraía. Everett era amoroso, atento, nunca dejaba de escribirle cuando estaba en el bar y siempre estaba tras de ella cuando estaban en la casa pero aunque a veces lo sorprendía mirándola de una manera intensa nunca hacia ningún otro movimiento. A veces cuando ella se quedaba dormida en el sofá esperándolo él le acariciaba suavemente la mejilla y la besaba en la frente mientras la tapaba con la manta tibia y se quedaba acariciándole el cabello cuando ella se quedaba dormida en su regazo pero nada más... cuando estaba sola en la noche rememoraba esa noche que había estado juntos. Nunca nada se había sentido tan intenso, tan placentero pero eso parecía haber quedado en el olvido para Everett.

Sumado a eso estaba él cambio de Becca, ella estaba diferente, básicamente la ignoraba cuando se veían. Eso nunca había pasado siempre la estaba atacando de una u otro manera pero desde que volvió de parís algo en ella había cambiado y estaba total y completamente colgada por William él gerente del bar. Parecía que Rebecca se había enamorado al fin de un hombre que no moría por ella como los demás. Al menos se sentía tranquila de que no se interpusiera en su camino.

Sintió una punzada de dolor en él bajo vientre. Se sentó en él sofá y tomo él teléfono para marcar a Everett. Sonó varias veces antes de entrar al buzón de voz. La puntada de hizo más fuerte y decidió llamar al teléfono del bar

_ habla William _ dijo la voz profunda

_ Will soy Anaïs me siento mal y no puedo ubicar a Everett _ susurro sin aliento

_ oh nena lo siento estaba en una cena con una chica _ dijo ella sintió que los ojos se le llenaban de lagrimas

_ por favor necesito... ahhh_ grito antes de rodar en la alfombra

_ nena voy a ubicarlo y voy para allá llamare a emergencias_ dijo él antes de colgar pero Anaïs ya no estaba escuchando...

Everett miro a la rubia reírse como garza por un comentario tonto. No sabía lo que le había impulsado a dejar se convencer de salir a cenar con ella. Era bonita si, como la mayoría pero se veía falsa y algo tonta. Suspiro mirando hacia a fuera deseando estar con Anaïs y se dio cuenta de que aun tenia él teléfono en silencio desde la reunión con él proveedor. Lo miro y vio varias llamadas perdidas de Anaïs, de William e incluso e Rebecca y la alarma se encendió en él interior.

PoV de Everett

Llamo a Will sin preocuparse por la mirada ofendida de la rubia que había tratado de poner sus tetas enormes en él camino toda la noche

_ Will que...

_ ¿dónde demonios estas? Estuve tratando de ubicarte desde hace horas Anaïs esta en el sanatorio tuvo un problema de presión alta y están haciéndole una cesárea en él Saint Elise ven aquí ahora_ dijo con su tono duro

_ estoy saliendo_ digo levantándome de repente miro a la rubia_ lo siento me tengo que ir_

_ te acompaño_ dice entusiasmada

_ es una emergencia familiar, nos veremos en otro momento_ digo tirando unos dólares en la mesa por las copas y corriendo a mi auto. Me sentía fatal, sabía que esa cita había sido un enorme error. Necesitaba descomprimir estar todos estos meses cerca de Anaïs sin poder tocarla como deseaba y fue una idea estúpida pensar que otra mujer la sacaría de mi cabeza. Llego a la clínica en tiempo record y seguramente con algunas multas por velocidad pero no me importo. Llego al piso y encontró a William abrazando a Rebecca

_ Everett por dios _ susurro ella con los ojos llenos de lágrimas_ no sabemos nada aun los médicos no nos dan nada porque no somos familiares_ susurro y eso lo conmovió. Becca era normalmente una roca en lo que respectaba a Anaïs.

Anais...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora