Conforme iba dirección a mi casa, iba pensando en lo ocurrido hoy, en todas y cada una de las palabras que había hablado con ella. Ella. Tenía una dulce y agradable voz.
Llegué al jardín de mi casa y busqué mis llaves por los pantalones. Me percaté de que no estaban en ninguno de mis bolsillos de los vaqueros. Recordé que las metí en la sudadera. Susurrando dije:
- ¡Mierda!- Recordando que las metí en el bolsillo de la sudadera.
Rodeé la casa y comprobé si estaba abierta la puerta trasera de la casa. Solo deseaba que no estuviera cerrada con llave.
Toqué el pomo de la puerta, lo giré y al fin la puerta se abrió. Lentamente, me dirigí a las escaleras y peldaño a peldaño, llegué a mi habitación. Entré con la luz a oscuras, noté un pequeño bulto en mi cama. Era mi hermana pequeña, quería que le cantara una nana, como cada noche. La cogí en brazos y crucé el pasillo para meterla en su cama.
Tenía toda la habitación pintada de rosa, y con un edredón de las princesas de Disney. Destapé la cama, y con delicadeza la metí en la cama, intentando no despertarla. La arropé y le di un tierno beso en la frente.
Cerró la puerta de la habitación de la pequeña, y notó como en el bolsillo de su pantalón como vibró el móvil.
Alguien desconocido le había mandado un WhtasApp.
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Recuérdame
Romance¿ Qué pasaría, si te dan una de las peores noticias de tu vida? Marcos, es un chico, que lleva cuidando de su hermana desde que nació. Sus padres y ellos, han viajado por más de medio mundo en busca de una solución a la cura de su hermana. La enfer...