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Bueno después de esa canción deje a un lado el momento depresivo y me diriji a mi cuarto a ducharme, y así poder salir a caminar un rato por la ciudad, mientras me dirigía a la parada del Transmetro ahí venia ella con una encantadora sonrisa y su hermoso cabello ondulado que me encata (la chica misteriosa) como la había apodado ya que vivimos en la misma colonia pero pocas veces se deja ver por la calle, las pocas veces donde he podido contemplar su hermosura ha sido desde mi balcón, cuando sube a su terraza por las noches.

Y al pasar frente de mi, solo me sonrió y de me sólo salio un callado y temeroso hola!, el cual no creo que lo escucho por lo bajo que lo dije, pero igual pueda que nunca mas la vuelva a ver, ya que nuestros horarios no coinciden ella estudia, y yo trabajo.

Bueno finalizo el día y ahí estaba yo de nuevo sentado en esa mecedora viendo al cielo y contemplando la luna y las estrellas ya que no había nube alguna que pudiera taparlas, confieso soy amante de la luna por eso me consideró selenofilico, también sufro de vampirismo, que es el gusto por la sangre, y otro de mis secretos es que padezco de ailurofilia que es fascinación y amor por los gatos.

Me pare a la orilla del balcón y le tomaba y tomaba fotos a la luna, ya que es una luna súper hermosa es luna llena, y justo a un costado estaba esa hermosa y brillante estrella Sirio la cual me encanta verla posicionada a la par de la luna.

Mientras seguía parado a la orilla del balcón visualice que alguien salia a la terraza, era muy tarde para creer que fuese ella ya que a pesar de estar despejado el cielo y estando a mediados de noviembre ya se siente ese frío de fin de año el cual te obliga a abrigarte lo mas que puedas, pero si, si es ella no lo puedo creer.

EJMACGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora