Nuestro Secreto

CAPITULO 7 "Denme una respuesta"

-Veras Fabián, corto conmigo hoy, por que me salió con la sorpresa  de que... el y Irving se quieren, y están dispuestos a andar-Finalizó  Jade regocijando se al ver como había cambiado la cara de Nami  al saber la gran noticia.

Poco a poco Nami desprendió sus dedos de lo cuáles sostenían el recuadro que había pintado, sintiendo un hueco en su pecho...(Con que era eso, por eso Irving a estado distraído todo este tiempo, vaya supongo que así son las cosas  ¿no?)-pensó Nami bajando la mirada conteniendo las ganas de llorar.

-¿Te encuentras bien? yo te entiendo es doloroso pero si es así no hay por que intervenir ¿cierto?- Jade no podía ser mas irritable fingiendo pena por Nami.

-Tengo que irme, adiós-concluyó Nami, recogiendo su recuadro para poder salir corriendo de ese lugar  y no sentir aquel nudo en la garganta.

Fue al baño de mujeres donde pudo llorar sin preocupación alguna, aferrándose a aquella pintura que por cierto le estaba pensando dar a Irving, pero con lo quele había dicho Jade no sabía si por lo menos lo podría mirar a la cara y nosolo a él si no también a Fabián, eran sus dos mejores amigos y no le habíandicho nada, recordó que después de clases se tenía que reunir con ellos en la cafetería. 

(Tal vez me lo iban a decir hoy... en la cafetería, si lo pienso cuando me invito Irving parecía muy preocupado y nervioso es tan adorable pero a hora que haré los quiero apoyar pero mi corazón no me lo impide, en verdad me llegué imaginar con Irving en un futuro todo cambia y tengo que afrontarlo como cuando cuidaba de ellos cuando éramos unos niños., aún recuerdo cuando nos conocimos...)

Narradora Nami: Todo comenzó cuando se mudó Irving, iba llegando del colegio con una de mis amigas de la infancia saltando y jugando como siempre lo solíamos hacer y Vimos a un niño llorando.

-Mira Nami, ese niño esta llorando-señaló mi amiga. Sin dudar fuimos con él.

-¿oye por que lloras?-pregunté tratando de ver su rostro pero se cubría con las mangas de su suéter.

-Waaaaa ¡Quiero a mi Mamá!-exclamo llorando mas, era muy chillón y tierno.

-Oye, oye tranquilo ¿dónde vives? –pregunté para ayudarlo de alguna manera.

-...No lo se Waaaaa-

-... ¿eh? ¿Te perdiste?-pregunté mirando las calles si había un adulto, pero nada era un vecindario tranquilo.

-Nos acabamos de mudar...y-y no le hizo caso a mamá de quedarme en el carro Waaaaa y no se donde ¡está!-hablo entre llantos, con moquitos en su nariz.

-Y si... ¿la esperas aquí con nosotras?, yo vivo en esa casa de en frente y tal vez mi mamá nos pueda ayudar ¿Qué dices?-dijo Nami estrechándole la mano a Irving. –Soy Nami ¿y tú?-

-Soy Irving...-contestó aquel niño frágil de tes blanca.

Los dos fueron a su casa sentándose en las escaleras de entrada de la puerta, ya que la mamá de Nami no había llegado del trabajo y tuvo que esperar también con él, la amiguita de Nami se fue dejando a ambos solos mirando como el atardecer estaba en su punto.

-¡Hey! Nami-saludó un niño que venía en su bicicleta. –Piensa rápido- le advirtió a Nami lanzándose un bicho de juguete.

-¡Ah!-gritó Nami pensando que era un bicho de verdad, aquel niño se bajo de la bicicleta y comenzó a reír.