faltando viente minutos para la entrada a la escuela desperté; salí de casa sin ninguna prisa a tomar el autobús de la calle 42, llegué con media hora de retraso a la escuela entonces saludé al portero, me crucé con la directora a la cual odiaba por su prepotencia. Así mismo,toqué a la puerta del salón de forma tímida para que lo tomaran de forma respetuosa y tuvieran algo de consideración con ese chico que siempre llega tarde y por alguna extraña razón siempre tenia una excusa. con firmeza abrieron la puerta y empezó lo que temía, en cierto modo.Un interrogatorio totalmente estúpido y sin sentido:
-¿llegas tarde, Sr James ?-preguntó
-Sí ,es usted muy observador-dije con sarcasmo
-¿por qué llegas tan tarde?
-porque tuve un retraso con el autobús, pero no volverá a suceder lo prometo- respondí con seriedad y pensé que el profesor era un tarado o simplemente consideraba la misma excusa de siempre por diversos motivos que no entendía en lo mas mínimo.
-Adelante,abre tu libro en la pagina 354 y realiza la tarea- dijo sin presunción alguna de mi excusa
me senté en el asiento trasero como de rutina,saque mis libros y goma de mascar. Tenia un mal presentimiento.
empecé a realizar mi tarea y Sam me puso el trabajo de álgebra dentro de mi libro sin que el profesor lo notara. Ya qué,Si nos veía seguramente traería graves consecuencias y no quería visitar al director, Porque no sería justo llevarle mas problemas a mi madre, conmigo ya tiene suficiente.
Todo salió bien, después de todo, con la llegada del timbre salí al almuerzo cuando en ese mar de personas caí perdidamente en unos ojos azules,suspiré y pensé: nunca pensé encontrar luceros en el almuerzo y menos al medio día. solo los vi por unos segundos pero no pregunte: ¿a quien le pertenecían? o ¿alguna vez la había visto?.no lo sabia pero recordé al instante sobre mi presentimiento en el salón de clases,aunque después pensé que aveces las casualidades pueden cambiar tu vida pero ¿los presentimientos que hacen?,espero que nada malo.
siempre estaba solo,supuse que nadie se juntaba con poetas antisociales ni románticos empedernidos; no me deprimía por eso,estaba bien.
alguien me toca la espalda,no mire hacia atrás y fue entonces cuando ese alguien dijo:
-disculpa,soy nueva y no tengo muchos amigos, me preguntaba si podía almorzar junto a ti-dijo con timidez
-está bien,no hay problema-dije
-gracias-respondió sonrojada
se trataba de una chica con un cabello teñido de violeta que le cubría una parte de su rostro, el cual volcaba hacia abajo por lo que se me hacia difícil mirarle su cara,entonces le pregunte:
-¿cuál es tu nombre?
-Megan-dijo
-Nunca pensé que los ángeles tuvieran nombres tan lindos-le repliqué
-deberías cuidarte de los ángeles,no son de fiar-me dijo con una seguridad absoluta,me dejó sorprendido y supe de inmediato que no todos los presentimientos son malos.
No creía en el destino ni las casualidades pero parecían decididos en demostrarme que sí existían y me habían jugado una buena pasada trayendo a esa chica de cabello violeta y ojos azules brillantes como cada estrella del firmamento, como cada crepúsculo que nunca había visto pero en un almuerzo hizo que los deseara como a nada.
