(Tn) es una chica que ha sufrido durante 2 años la esclavitud por parte de Arlong y su tripulación, hasta que un día este la propone un trato; a cambio de la cabeza de Luffy y toda su tripulación, promete devolver la libertad a su gente. (Tn) se lan...
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Zoro empuñó la daga con fuerza y la arrojó lejos de nosotros, cogió mi rostro con su mano derecha y comenzó a acercarse hasta que nuestras frentes quedaron unidas.
-¿No vas... a matarme? Dijiste que lo harías.
-claro que te voy a matar- Colocó su rodilla izquierda entre mis piernas-Pero te mataré a mi manera.
Después de decir esto, nuestros labios se unieron en un dulce y tierno beso, Zoro lamió mi labio superior pidiendo permiso para entrar y yo no opuse resistencia, entreabrí mis labios para que su lengua pudiese entrar y explorar en mi cavidad bucal, nuestras manos comenzaron a entrelazarse y de a poco nos fuimos colocando de rodillas en el piso cubierto de pasto sin dejar de besarnos, pero la falta de aire se hizo presente y nos obligó a separarnos; nuestras mejillas estaban levemente sonrojadas y no parábamos de jadear
-(Tn)-Me llamó el joven guerrero-Quiero que hagamos el amor aquí y ahora.
-...Eres un maldito- suspiré resignadamente- pero es demasiado para mí: Tu boca, tu lengua, tus labios, tu sabor, ese delicioso olor al acero impregnado en tu cuerpo... siempre terminas convenciéndome.
El peliverde sonrió y se quitó la camisa frente a mí dejando lucir ese sensual cuerpo que tanto me gustaba devorar. Se acercó a mí para quitarme la blusa, una vez hecho me recostó con delicadeza sobre el pasto y comenzó a besarme, esta vez separamos un poco nuestros labios para que nuestras lenguas juguetearan fuera de nuestras bocas. Luego, las hábiles manos del espadachín fueron tras el broche de mi sostén, en cuanto me lo quitó, me senté apoyándome en mis manos para contemplar como Zoro devoraba mis pechos, lo cual, me hacía soltar varios suspiros pero aún había una última duda en mi cabeza que no me dejaba disfrutar de aquel placer y esta vez no me iba a quedar callada.
-Zoro...cho-choto mate... antes de que sigas yo... necesito saberlo: ¿En verdad me amas tanto o solo lo haces para satisfacer tus deseos?
-(Tn), te lo dije la primera vez que estuvimos juntos y te lo volveré a repetir: Yo jamás, JAMÁS he tenido sexo contigo, yo siempre te hago el amor por que eres la mujer que más amo, ahora tú contéstame... ¿Amor o solo sexo?
-Amor.
Nuevamente me recosté sobre el pasto para que Zoro pudiera quitarme mis prendas restantes, lo único que en ese momento me cubría eran los vendajes en mi hombro y vientre. Zoro atrapó una de las sakuras que caían des cerezo y comenzó a deslizarla lentamente por todo mi cuerpo: Comenzó poniéndola en mi mejilla derecha y la deslizó por mi cuello hasta mi pecho para después acariciar alrededor de mis pezones con los pétalos de la flor, al llegar a mi vientre se deshizo de la sakura para que sus labios y lengua comenzaran a surcar el mismo camino que había trazado la flor, en cuanto llegó a mi feminidad comenzó a besar y lamer de una manera lenta y placentera, mis mejillas se pusieron aún más rojas, la excitación me hizo llevar mi antebrazo a mi frente arqueando la cabeza hacia atrás lo que me permitió observar, el que para mí, era el escenario perfecto: Las flores del cerezo cayendo a nuestro alrededor, el bello cielo nocturno despejado, la enorme luna llena que nos brindaba la luz necesaria y las miles de estrellas en el cielo que nos observaban sumadas al sensual cuerpo de Zoro y a su gran habilidad en el arte de la seducción, hacían de esta noche algo indescriptiblemente perfecto.
