No te utilicé, en verdad te amo (Zoro X TN)

capitulo 29: Los resultados finales

P.o.v. (Tn)

Llegamos al consultorio, Zoro me dejó sobre el sillón y se sentó a mi lado, todos a nuestro alrededor estaban muy serios, no decían una sola palabra y yo no entendía que estaba pasando.

-Chicos... ¿de qué análisis habla el doctor?-Pregunté temerosa.

Sanji la dio una calada a su cigarrillo y se acercó a Zoro.

-¿No se lo has dicho todavía?

-No

-¿Decirme qué cosa?- pregunté algo irritada

Zoro pidió a los demás que salieran y nos dejaran a sola, una vez hecho el espadachín se puso de rodillas frente a mí, me tomó de la mano y muy seriamente dijo:

-El viejo te hizo unos estudios mientras estabas inconsciente... dijo que le preocupaba mucho el daño interno que sufriste

-¿Daño... interno?

-...En pocas palabras; si el daño es muy grave... no podrás tener otro hijo nunca

Me quedé en shock al escuchar esto, luego comencé a negar con la cabeza aterrada y las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin control, Zoro rápidamente se levantó del piso y me abrazó tratando de consolarme

-No, no puede ser ¿Por qué?- Dije entre sollozos y lágrimas- Si eso pasa entonces... entonces ya no sirvo para nada

-No digas eso- Besó mi frente- Tranquila, no saquemos conclusiones... aún hay esperanza

-¿Y si no la hay Zoro?.. El sueño de toda mujer es ser madre y yo no soy la excepción

-...Aunque a veces no lo parezca... mi sueño es tener una familia, llegar a mi casa con mi esposa y mis hijos para darles ese amor que se me fue negado cuando niño... demo... con o sin hijos, tú sigues siendo muy importante para mí, así que quiero que seques esas lágrimas, que te tranquilices y que esperemos los resultados pero ten confianza en que todo saldrá bien.

Zoro secó mis lágrimas con su pulgar y me estrechó entre sus brazos hasta que el doctor Hirokazu y los chicos entraron a la sala de espera, con los resultados en mano, el doctor nos miró a mí y a Zoro seriamente

-Bueno pues... los resultados no mienten, (Tn)... puedes estar tranquila, todos tus órganos internos están completamente sanos

-E-entonces yo...- una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro

-Así es pequeña, puedes seguir teniendo los hijos que tú quieras.

-No les dé cuerda doctorcito- Dijo Nami burlona

Todos comenzaron a festejar al escuchar la buena noticia, Zoro no se pudo contener de la emoción; me tomó de la cintura, me levantó y comenzó a dar vueltas mientras sonría ampliamente.

-Bueno jóvenes piratas, yo creo que esto hay que celebrarlo con una fiesta ¿No lo creen?- Dijo la enfermera pero inesperadamente Luffy rechazó la invitación.

-Ya nos retrasamos mucho en nuestro viaje ¡Así nunca llegaremos a Raftel! Gomen, gomen... demo Mery nos está esperando- Argumentó el joven capitán quien se dirigió a paso firme hacia la salida

-Bueno pues... en verdad es una pena- Dijo sagazmente la enfermera- Porque hace rato el alcalde llamó a la clínica y me dijo que tenía planeado un exquisito banquete en honor a (Tn) y los mugiwaras por avernos salvado- Luffy se detuvo en seco- Estoy segura de que dijo... ¨Todo lo que puedan comer¨

Luffy se giró con estrellitas en los ojos, la saliva le escurría casi hasta el piso- ¿Y habrá carne?

-A montones, pero ni modo, no pueden ir así que le llamaré al alcalde para que cancele...

-¡No, no, no! Yo-yo digo que... bueno hemos dejado a Mery mucho tiempo, lleva más de tres meses esperándonos... ¡Nheee! Se puede esperar un día más

Todos comenzamos a reír ante el comentario y la reacción de nuestro capitán. La enfermera dijo que la fiesta daría inicio a las cuatro de la tarde por lo que teníamos tiempo de sobra para darnos una ducha y arreglarnos, cada uno entró a una de las habitaciones del consultorio para ocupar los baños que había en cada una de ellas, me giré para dirigirme a una habitación yo también pero de pronto Zoro me tomó del brazo y me dio un jalón quedando su cuerpo pegado al mío.

-¿A dónde crees que vas?- Me preguntó con una pícara sonrisa

-Pues a darme un baño...- El peliverde me interrumpió dándome un beso en los labios, se separó de mí y dijo:

- ¿No quieres que te acompañe?

Mis mejillas se sonrojaron levemente ante el comentario del espadachín pero luego una tímida sonrisa se dibujó en mi rostro

-Atrevido, no tienes vergüenza... aunque, pensándolo bien...- Comencé a hacer círculos en su pecho con mi dedo índice- Las duchas aquí son muy grandes, hay espacio suficiente para los dos

Tomé al peliverde de la mano y nos metimos juntos a una de las habitaciones desocupadas, cerramos con seguro la puerta y entramos juntos a la ducha... solo les diré una cosa más; a pesar de que el agua de la regadera estaba fría los vidrios de la puerta y el espejo del baño se empañaron a más no poder.

CONTINUARÁ...

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