Parece que he muerto después de ser apuñalado por la acosadora que consideraba como mi hermana menor, y al parecer reencarné.
Vaya, eso ha sonado extraño y, no, no bromeo cuando digo que he reencarnado. Pareciera que mi estado mental actual no se ha recuperado de la confusión, pero apreciaría que se ahorraran los comentarios hasta que termine mi historia, ya que sería un poco maleducado que me interrumpieran. Ejem, bien, ahora contare todo desde el principio...
Bueno, lo primero empezare por mi nombre, solían llamarme Tomokui Kanata. Sin embargo, puesto que he reencarnado, dejémoslo en "Anónimo" por ahora.
Tengo una pequeña laguna en mi memoria, pero recuerdo que después de un día duro de trabajo, algunos colegas me invitaron a unas copas. Acepté su oferta y fuimos de bar en bar.
Como el día siguiente era festivo, incluso aquellos con poca tolerancia al alcohol aceptaron y terminaron bebiendo durante toda la noche. Incluso tuve que acabar llevando a cuestas a una amiga hasta su casa, porque estaba demasiado borracha para hacerlo ella sola.
Se había dormido y yo no quise despertarla, así que la dejé en su cama. Mi tolerancia y mi amor por el alcohol eran bastante más grandes que los de ella y, en ese momento, sentí la necesidad de beber mientras miraba la luna llena, o se me pasó por la cabeza.
Pero cuando abrí la nevera me di cuenta de que la estantería inferior, que tendría que haber estado llena de cervezas y chuhai* y todo tipo de bebidas, estaba vacía.
El día anterior había terminado todas las bebidas y había planeado llenar la nevera de nuevo ese día —de no ser por la invitación de mis colegas de antes.
Es verdad, lo había olvidado por completo.
Fue el mayor fracaso de mi vida que me terminara bebiendo todas las existencias.
Ojalá hubiera guardado por lo menos una.
Yo...
No, no... para empezar, aligeremos la conversación un poco.
[* El chūhai, o Chu-Hi, es una bebida alcohólica japonesa que se vende en latas.]
Quería beber sake fuera como fuese, así que fui a un supermercado cercano que estaba abierto 24 horas al día. Compré cinco cervezas y volví a casa.
El verano se acercaba pero las noches todavía eran frías. La luna llena suspendida en el claro cielo nocturno era muy bonita. Las nubes, que ocultaban ligeramente la luna, también eran agradables. A propósito, beber sake con la luna plateada brillando por encima de mi cabeza haría que fuera una experiencia incluso más deliciosa que de costumbre.
Mientras pensaba en el alcohol, noté que bajo una farola había una chica muy guapa.
Era una cara que tenía vista. Era a lo que el público general se referiría como "acosadora".
Mi acosadora era Kirimine Aoi, una activa estudiante universitaria de la zona. Tenía 20 años; 5 menos que yo.
Nuestra relación no podía catalogarse exactamente de "normal". En mi tercer año de instituto, vi a un par de delincuentes acosando a una chica —esa era Aoi. Ella tenía unos 12-13 años por aquel entonces. La encontré, la salvé, y allí fue donde nuestros destinos se entrelazaron.
Bueno, si puede decirse que la ayudé. No estoy seguro de que esa sea la manera correcta de describirlo.
Comparado con cómo soy ahora, solía ser un gallina cobarde. Al principio, pese a que vi claramente que una chica estaba siendo acosada por un par de delincuentes, dudé. Aunque era deplorable, la gente de alrededor también miraba hacia otro lado.
ESTÁS LEYENDO
RE:MONSTER vol:1
FantasyDespués de pasar por una desafortunada muerte, Tomokui Kanata ha reencarnado en la raza más débil, un goblin, de nombre Rou. Sin embargo, el goblin Rou todavía conserva la memoria de su vida pasada, y un poder inusual que le permite obtener el poder...