Capitulo 1: Día 3

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Lo había decidido, prometí y sobreviviría en esta nueva vida, después de reencarnar decidí rendirme puesto que el intentar moverme  era imposible.

Por mi profesión anterior, había aprendido que vivir sucio y tener la capacidad de adaptarse era una habilidad indispensable.

Al parecer, el crecimiento de un goblin era muy rápido. Puesto que aunque solo fue el tercer día desde mi nacimiento, mi cuerpo había comenzado a madurar.

Si bien mi cuerpo era el de un bebé antes de irme a dormir, mi figura ahora mismo era la de un estudiante de primaria. Aunque todavía era más débil que antes de mi reencarnación, comparado con ayer, el poder de mi cuerpo se había disparado. Era capaz de ponerme de pie, e incluso de correr a velocidad moderada, por eso sentía una felicidad indescriptible. Me retocé por instinto, aunque fuera infantil, tenía acumulado el estrés de ser incapaz de moverme como quería.

Bueno, eso era solo natural. En comparación con la civilización levantada por los humanos, quienes crecían sin temor de ser atacados por un enemigo extranjero, los goblins, desde el momento en que nacían, tenían que arreglárselas ferozmente para sobrevivir. Los humanos podían permitirse crecer más despacio que los goblins, quienes vivían en libertad, donde la ley de la jungla requería que sus crías crecieran más rápido.

Puesto que ya podía moverme, pasé todo el día aprendiendo las limitaciones de mi cuerpo. Hice ejercicios con mi cuerpo hasta que comencé a sentirme cómodo, y asi, al final me desplomé del cansancio.

Pero... Esta "cama"... ¿Es que no hay algo mejor?

RE:MONSTER vol:1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora