Prologo 3 de 3

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La verdad de pequeños: "Andrew Mckenny"

9 años después de lo ocurrido.

Luego de años me vienen pequeños recuerdos del pasado y se amplifican cada día haciéndome recordar mi accidente de pequeño, en el que gracias a ello me metieron a un sinfín de programas psiquiátricos y revisiones constantes.

Vivo en el siglo XXI, exactamente en el año 2056, una parte de mi niñez la pase en Chile con mi abuelo, para luego mudarme a EE.UU a un lugar remoto de Arizona pero debido a que el país entro a un estado de alerta me traslade nuevamente a Chile con mi familia.

Recientemente se descubrió un cambio en la composición del ADN de algunos sujetos, haciendo que estos se vuelvan mas inteligentes, mas agiles y mas fuertes, a esto le llamaron el "Virus Glynnx" pero a pesar de haber sido descubierto, aun su aparición es un misterio, según ellos aparece uno en cada 10 millones de habitantes.

Pero yo, yo se que no es así, el "Virus Glynnx" es producida por una criatura con forma de hada llamadas"Dashaslas cuales buscan a una victima y se fusionan con la persona elegida, pero al parecer estas criaturas buscan gente en especifico, personas las cual pueden verlas y al momento de fusionarse tampoco desaparecen solo prestan un poco de su poder al usuario a cambio de su energía vital, con la cual logran alimentarse, aún así estas hadas son increíblemente raras y peligrosas aunque no tienen otro objetivo mas que sobrevivir.

Todo esto lo supe cuando recupere mi memoria, de todo lo que había pasado de pequeño, sobre todo, aquel incidente.

¿Cómo te llamas?– Le preguntaba aquella criatura mágica tan preciosa que parecía sacada de un libro.

Me llamo Persephone– me respondía aquella hada con cierta sorpresa de que podía observarla– soy una Dasha buscando a un humano con el quien fusionarme.

¿Fusionar? Que gracioso suena– respondía soltando una pequeña sonrisa.

¿Gracioso? Hace mas de 3 meses que no me fusiono con nadie– respondía molesta.

En ese momento se me acerca mi abuelo con una curiosa pregunta.

¿Andy? ¿Con quien juegas?– me pregunto mi abuelo.

Con mi amiga abue– mientras le sonreía a la hada que acababa de conocer.

Hey! Yo no soy tu amiga– respondió aun molesta por lo que dije antes y mirando con curiosidad a mi abuelo.

Y... ¿Cómo es ella? Ósea me refiero... a que tu la conoces mas que yo y además juegas con ella– lo decía mientras soltaba una risa nerviosa.

No le digas, no todas las personas pueden verme y además no es de su incumbencia– siguiendo con su tono enojado respondía Persephone al cual en este punto ya no me importaba lo que decía.

Bueno es simpática, y le gusta volar –mientras simulaba un vuelo con las manos– pero ahora que lo preguntas, es mas como un hada –termine sonriendo a mi descubrimiento–

Hey! Te dije que no le dijeras por eso odio a los humanos pequeños– cruzando sus brazos y dándome la espalda.

En ese momento mi abuelo se despidió con un "bueno, que se diviertan voy a estar sentado por allá si me necesitan" y tal como dijo se fue, pero yo le devolví mi atención al hada.

Me caes bien, de verdad que eres simpática– le dije sonriendo con empatía.

Yo ni siquiera he hecho algo como para que me digas eso– lo dijo enrabiada, pero pronto volvió a estar tranquila viendo que a mi no me importaba nada– ¿y quien es el?

¿A quien te refieres? – Le respondí en forma de pregunta.

A esa persona que te vino a hablar... era viejo quizás te quiera para secuestrarte deberías tener cuidado – respondió como preocupándose de mi.

– Me reí a carcajadas – No, no, jajajaja, el es mi abuelo – le respondía entre risas.

¿Qué es un abuelo? Los dashas no tenemos abuelos nacemos maduras y sabiendo como afrontar la vida– Me dijo con cierto orgullo.

Un abuelo es... hm... el papá de mi papá – respondí sin saber mas que decir.

Y así prosiguió nuestra conversación por 5 minutos mas, enseñándome como se alimentaba y preguntándome mas sobre que es la familia a cambio.

Bueno, ya tengo el suficiente hambre como para seguir nuestra conversa, y tu abuelo se ve apetitoso– mirándolo fijamente a el.

No lo diras enserio ¿verdad?– con un poco de miedo en mi.

No hay otro tipo de comida... ¿o si? No me queda de otra– me respondió fríamente.

No!... no le puedes hacer eso a mi abuelo!! No ha hecho nada malo... –Le respondí con tristeza.

Lo siento niño, tengo que "Jugar" con tu abuelo si quiero seguir viviendo– mientras empezaba a tomar vuelo hacia el.

Si quieres hacerlo... entonces... entonces juega conmigo! –le respondí con un poco de miedo, pero no podía acobardarme y dejar a mi abuelo así como así.

Me puse con los brazos abiertos y poniéndome entre medio de el y mi abuelo, mire hacia un lado pensando que iba a doler.

Bueno si lo pones así es... mucho mejor!! – dijo acercándose a mi rápidamente aleteando.

Lo siguiente que recuerdo fue que entro a mi pecho y todo se volvió negro, lo único que podía escuchar era su voz.

No te preocupes niño, no vas a morir, pero a cambio tendrás que servirme de comida por mucho tiempo cuando seas adulto– escuchaba su voz etérea.

Tú eres el único que puede verme, si hablas de mi las otras personas pensaras que estas loco, escúchame, cuando estés en tu punto de maduración volveré por ti para que cumplas esta promesa– siguió hablando.

Por ahora me voy, cuídate y sirve para mí! –Decía su voz alejándose de a poco.

Sentí que me tomaban en brazos y escuchaba a la lejanía una voz conocida, a mi abuelo.

Andy! Andrew!– gritaba pero lo escuchaba como si fueran susurros.

Y de pronto no escuche, y no sentí, y no vi nada mas.

Quién pensaría que esto solo seria el comienzo de algo aun mas grande...

Fin del prologo

La leyenda de los DashasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora