Forest.

9.

John Clayton era el mejor de la clase, y también un chico carismático, si pensarlo dos veces diría que es alguien lindo y sociable, pero mi genio con el de el no congenian así que preferí mantenerme alejada de el, evitar problemas, ese fue mi lema durante mi vida escolar.

Pero parecía que este chico nunca estaba satisfecho, y que no le importa lo que dijera el estaría ahí tratando de que yo saliera con el, pero no soy capaz de hacerlo, no puedo hacerlo.

Si le cuento todo tendré que cambiar de escuela pronto, pero si no le digo nada creerá que quiero acceder a salir con el, y eso de ninguna manera, John es un chico bien, pero yo no estoy a la altura ni de estar en una relación estable, por mi situación ni de confiar a alguien lo que sucedió hace 10 años.

Ocurrió lo mismo con Chad hace un año, en el mismo grado escolar, entre de intercambio, y no hable con nadie hasta después del primer mes, Chad Harrison se acercó a mi, estuvimos un buen tiempo juntos, Chad era un chico alto de cabello rizado y café oscuro, tez blanca y una que otra peca, y unos ojos café claro, era el chico deseado de cualquier chica en esa época, pero yo no lo deseaba, llego el momento en el que decidí aceptarlo en mi vida y dejarlo entrar, cuando creí que teníamos más o menos confianza, le conte todo, todo, y lo único que dijo fue que estaba loca y que yo era una asesina, eso no me hizo sentir mejor, al contrario hizo que esa herida, y trauma de abrieran más dentro de mi, ovaciono un dolor inmenso que ese mismo día me largué de Chicago, donde estaba ese tiempo, y algo me quedo muy claro, no volver a confiar en alguien y mucho menos en un chico.

Tal vez John Clayton era la excepción en este caso, tal vez el si quería ayudar y su deseo era sincero, pero en realidad no estaba dispuesta a saberlo. 

Así que seguiría con mi vida, como si nunca lo hubiera conocido.