CAPITULO 4

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Foto de portada: GISELLE Y VALLERY

A pesar de que se habían dormido muy tarde, Giselle era de despertar muy temprano, le gustaba aprovechar el día, mientras que vall prefería dormir hasta que su espalda se quejara o su vejiga estuviera a punto de explotar. Sin hacer el menor ruido se dirigió al cuarto donde ellas deberían estar y se lavo la cara y los dientes, bajo a la cocina con intención de preparar unas galletas o un pastel. Siempre que estaba de buen humor y con tiempo de sobra solía cocinar cosas dulces.

En la cocina se encontraban sus padres y sus tíos, ya desayunando, mientras los niños jugaban fuera de la casa. Desde niños, aunque sabían que no tenían un lazo familiar biológico que los unieran, los hijos de Kevin llamaban tíos a Priss y Alex, y viceversa.

-Buenos días a todos.- Dijo Giselle acercándose a saludar.

-Buen día hermosa, como durmieron? Pudieron descansar? Porque vi que estaban todos amontonados.- Dijo Priss con gracia.

-Yo dormí bien, pero suelo levantarme muy temprano. Y los demás parecen estar cómodos por que ninguno ha despertado aun.-

-Nosotros iremos al centro, quizá nos tome toda la mañana.- Dijo Kevin- Ustedes que piensan hacer?-

-Se suponía que iríamos temprano a la playa, pero mientras todos duermen preparare algunas cosas para llevar.-Miro a Priss y pregunto- Tía no hay problema si cocino?-

-No tienes que pedir permiso de nada, esta es su casa también, usa lo que quieras, no hay problema.- Sonrió Priss- Ok ya vamonos.- 

Una vez que se fueron, Giselle comenzó por hacer la masa para un pastel, rebusco bandejas y encontró una con moldes para muffins, era perfecto. Tomo su celular para poner algo de música y mientras tarareaba una canción se dedico a preparar todo.

-Que estas haciendo.- Grito Max dándole a la chica el susto de su vida.

-Idiota, me vas a matar de un susto. No me di cuenta que estabas aquí.-Dijo Giselle sin sacar la mirada de la masa que aun revolvía.

-Déjame probar- Quiso meter el dedo.

-Ni se te ocurra meter el dedo, es asqueroso. Toma la cuchara.-

Max probo a penas la mezcla, y aunque estaba cruda, era deliciosa.

-Es un asco, seguro confundiste la sal con el azúcar.- 

Giselle abrió los ojos y se puso tensa.

-No puede ser, le puse azúcar.- y se llevo la cuchara a la boca para comprobarlo. En ese instante, Max golpeo su codo haciendo que ella se ensuciara la nariz y parte de la boca. Ambos rieron.

-Eres un tonto, me estas haciendo desperdiciar la mezcla.- Dijo ella

-No vamos a desperdiciar nada.- 

Max se acerco a ella lentamente y con el dedo indice arraso con la mezcla que había en su nariz, con el pulgar saco el resto de sus labios, y le sostuvo la mirada fija a los ojos. Giselle no movió ni un musculo, estaba nerviosa, tensa y un poco asustada, ya que los latidos de su corazón se habían acelerado.

<Se habrá dado cuenta lo incomoda que me siento? Mi corazón bombea tan fuerte que puedo sentirlo en mis oídos>  Penso Giselle con temor.

-Eres muy hermosa, seguro miles de chicos te lo habrán dicho.-Dijo Max apartándose.

-No, eres el primero después de mis padres y los tuyos.- Dijo levantando los hombros distraída, volviendo a mezclar la masa.- Y no me interesa tampoco.-

-Eso quiere decir que es cierto que aun no has tenido novio? Has besado alguna vez?- Pregunto Max esperando su respuesta con mucho interés.

-No, aun.-

Doble Seducción [ Serie MELODY 4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora