t r e s

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La mañana concurría con normalidad, no había ruido y tampoco el sol la molestaba, no había nada.

Sus ojos por fin descansaban en paz, sin que algo quiera que se abrán, nada mejor que eso. Pero será que está vez era ella la que quería despertar.

Sus ojos y su cuerpo descansaban, pero su mente ya no soñaba y estaba incomoda, se sentía como si durmiera en una cama de espinas.

Y no dio más.

Se levanto con flojera y sin vestirse se acercó a la ventana que estaba al lado de la puerta.

Se sorprendió un poco, pero solo un poco, al ver un camión de mudanza. No podía ser de ella, ella sí había pagado la renta de el apartamento.

Pero......., ¿De quién era?

Mañanas con Eduard #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora