17.

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______ Briefs.

Papá puso una venda en mi rodilla derecha, ya que no había semillas del ermitaño; mi mamá dejó su bolso en casa de forma descuidada.

—¡Listo!

—Gracias. —Dije. Mi mamá me sonríe y Papá asiente.

—Yo debo volver a la fiesta. —Dice Mamá. —Vegeta, si quieres te apareces, si no, entonces no me importa. —Sin más se va, no sin antes besar mi mejilla.

—Umh... —Dice papá resignado y se vuelve a recostar en la silla para tomar el sol mientras cierra los ojos.

“Vegeta, ____, habla el Kaio del norte”.

—¡¿Qué es lo que quieres, Kaio-Sama?! —Dice mi papá abriendo nuevamente sus ojos con molestia.

“Necesito que presten mucha atención, Bills el destructor junto a su hermano Champa llegarán muy pronto a la Tierra”.

—¿Bills el destructor? —Pregunta mi Papá poniéndose de pie y con una mano en la cadera. —Ya había escuchado ese nombre antes.

Yo también, pero no recuerdo bien.

“Pase lo que pase, cuando Bills y Champa lleguen a la Tierra no hagan absolutamente nada para provocarlos, ¿me entienden? Intentar algo podría significar la completa destrucción de la Tierra”.

—¡¿La destrucción de la Tierra?!

“Goku no pudo cerrar la boca y fue derrotado fácilmente”. —En cuanto dijo eso me levanté de la silla.

—¡¿Cómo dices?! ¡¿Derrotaron a Kakarotto?!

“Goku en super saiyajin fase tres quedó sin aliento después de dos simples golpes”.

—¡¿Solo dos golpes?!

“Se los imploro, el destino de la Tierra está en sus manos...”. —Y sin más la voz desaparece.

Ambos gruñimos. —Oto-San, ¿qué haremos?

—Ven, vamos. —Dice y comienza a bajar las escaleras, y yo lo seguí.

El pasillo estaba vacío y solitario. Una tremenda preocupación me invadió.

Él se detuvo y se apoyó en la pared a pensar. Yo me acerqué al barandal del crucero y me quedé mirando adelante hasta que siento un golpe.

Me giré y vi cómo mi Papá está en el suelo y un gato morado con vestimenta egipcia estaba frente de él. Al lado estaba otro gato, solo que más gordo, quien me miraba de reojo.

—¡P... papá! —Este gruñe mientras me miraba y niega. Estaba por decir algo pero el gato grande y gordo se acerca a mí y me mira detenidamente. —¿Qué ocurre? —Dije de mala gana.

El otro gato se levanta y me mira igual que el otro, y me puse nerviosa sin que lo notaran.

“¿Por qué me parecen conocidos?”

—¿Eres la hija del príncipe Vegeta? —Pregunta el gato delgado.

—Sí, ¿quién más?

—Qué agresiva. —Dice el Gordo con una sonrisa de lado, yo arrugo la nariz y gruño.

—Umh... —Dice el otro mientras se acerca. —¿Sabes lo que es un Dios Super Saiyajin?

“¿Dios... Super... Saiyajin...? ¡Lo conozco!”

—¿Dios Super Saiyajin?... C-claro. —Espera, ¿qué dije?

—¡Al fin un saiyajin útil! —Dicen felices. —¡Dinos qué es!

—Es una forma más evolucionada de "Super Saiyajin". —Declaré rápidamente. ¿Qué estoy diciendo?

Los dos me miraron dudosos y luego se miran de reojo, para luego volver su vista a mí.

—¿Y cómo es? ¿Es distinto a un Saiyajin común y corriente? ¡Dime!

—Amm... Tiene un color distinto de cabello. —Asentí. ¡Maldición! ¿En qué me estoy metiendo?
—Y su fuerza es sorprendente, sí, su fuerza es inimaginable.

—¿Tú eres un dios super saiyajin?

—¡¿Yo?! ¡No! ¡Claro que no! —Negué con la cabeza varias veces. ¿Por qué diablos estoy diciendo esto?

—¡Entonces! ¿Cómo sabes de eso? —Gruñó el gato más delgado.

—Yo s... solo lo sé y ya, ¿de acuerdo?

—Mm... Te creo.

—¡Vaya! —Dicen desde atrás de nosotros. Nos giramos y vimos a mi mamá. —¿Uh...? Aquí estabas. —Dice con molestia mientras mira a mi Papá, quien trataba de levantarse, pero cayó al piso. —¡Vegeta!

—¡No vengas! —Grita mi padre.

—Qué falta de respeto hablarle así a una dama, Príncipe Vegeta. —Reclama el gato delgado, mi Papá gruñe.

—¿Quiénes son ustedes?

—Disculpa por no haberse presentado. Mi nombre es Whis, y él es mi amo Bills-Sama.

—Un gusto. —Dicen al mismo tiempo.

—¿Les gustaría participar en la fiesta? —Mira a Whis y a Vados. —Hoy es mi cumpleaños, y lo estamos celebrando.

—Agradezco su amable invitación.

—Sí, justo estaba disfrutando del delicioso aroma que se siente desde que llegamos. —Dice Champa.

—Entonces vengan por acá. —Dice mi mamá mientras camina hasta donde está la fiesta, y los cuatro la siguen.

¡Gracias, Mamá! ¡Te debo un grande!

Pero la mujer que venía con ellos se gira y me observa con una sonrisa.

Yo solo tragué saliva y fui a ayudar a Papá.

_____ Y Trunks Briefs | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora