Baile de Iluciones [Leo, VIXX]

Capitulo 5

Atrapada

Entre al aula de economía y me senté en mi habitual banco. Mi vista pasee por la habitación para que dos cosas llamaran mi atención.

1) Leo no estaba, lo cual no era bueno. Él era puntual...

2) La más importante, mi amiga Luna no me prestaba atención, más bien a nada, estaba recostada en su banco, con los ojos fijos en el tablero.

Aún la profesora no había llegado por lo que podría tener tiempo de hablar con Luna.

Deje mis cosas y me levante para arrodillarme a su lado.

-¿Luna?- la llame en un susurro.

Ella aparto la vista del tablero y la fijo en mí. Su estado me asusto, las ojeras eran notorias... ella no saldría sin maquillaje; por primera vez sus ojos no estaban encendidos con esa alegría contagiosa... Esto sólo había pasado una vez, cuando había terminado con su ex...

¡Oh, no!

-Oh, Luna- musite y me levante un poco para abrazarla.

-¿Lo sabes?- inquirió, en mi oído.

-¿Terminaste con...?- el sollozo de mi amiga hizo que parara de hablar.

Cuando escuche que mis compañeros se ordenaban, sin soltarla me levante arrastrando a ella conmigo.

-Toma tus cosas- le ordene.

Ella me cuestiono con la mirada un momento para luego asentir con la cabeza y voltear a su banco para recoger sus cosas. Yo hice lo propio y una vez listas nos encaminamos a la salida.

Mi vista volvió a recorrer el salón, no sabía por qué lo hacía o tal vez si... Mi vista choco con la de Leo quien me miraba con el ceño fruncido claramente desaprobando nuestro acto.

Al darme vuelta vi que Luna no se movía. Seguí su mirada para encontrarme con la profesora de turno con los brazos cruzados y negando con la cabeza.

-¿A dónde creen que se dirigen?- ordeno saber. Abrí mi boca para hablar pero ella me callo con su temible voz- Srita Tomas ¿Quiere perder la materia con la señorita Tomas?- inquirió feroz.

-Yo no estoy perdiendo la materia- le discutí.

Sabía que por alguna extraña razón no le caía bien, pero mis calificaciones eran excelentes y ella no tenía derecho ¿o si?

-Claro que sí...- discrepo.

-¿Por qué?- quise saber- ¿Qué desaprobé?-

-No es por eso, Srita. Tomas- dijo con sorna sonrisa en su rostro- Si tantas quejas tiene que sus padres vengan a quejarse... ¡Oh! Cierto que usted no tiene familia...- se burló.

En ese momento mis manos estaban cerradas fuertemente en puños, preparadas para propinarle un buen golpe en su cara, quizás le haría un favor y se la arreglaría. Estaba segura que de mis oídos podría salir humo y que mis ojos denotaban la furia.

¿¡PERO QUIÉN RAYOS SE CREÍA?!

-¡Usted...!-

-Profesora- esa voz... Mi amenaza había sido interrumpida.

Irritada como estaba voltee para ver a Leo parado junto a su banco. ¿Qué se proponía?

-Creo que no es justo para nosotros perder tiempo por ellas, déjelas salir supongo que la srta. Tomas se siente mal...- dijo en su típico tono arrogante.

No sabía por qué se comportaba de esa forma frente a los demás o con los demás, mientras que conmigo era la persona más dulce que había conocido.