Capítulo II: Su Lady y... el nombre de navegador.

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Chat se levanto con torpeza y corrió hacía su Lady y... El nombre de navegador.

La chica de cabellos negros, vestido, velo, guantes y botines de igual color, pero con detalles en morado oscuro; ordenaba a su séquito de "enamorados" que atacasen a dos de los tres héroes.

Chat con sigilo se acerco a la chica — que por cierto, estaba flotando —, extendió su báculo hasta estar a una altura para poder tomar la tiara que tenía en su cabeza, la lanzo y... nada.

Ninguna mariposa salió de aquel objeto.

— Mier... — una ráfaga de aire lo impulso hacía una pared —. ... da — cayó de cabeza directo a un basurero.

— ¿En serió es tu compañero? — dijo el pelirrojo mientras daba mortales hacía atrás para esquivar las cosas que el séquito de la villana le lanzaba.

— Tristemente sí — giro rápidamente su yoyó para formar un escudo —. ¡Cuidado!

Ambos se pusieron detrás del escudo formado por el yoyó de la chica.

— ¡¿Un auto?! ¡¿En qué momento tomaron un auto?!

— ¡Sigueme!

Ambos rápidamente se adentraron en un local, Fire cerro la puerta con llave — como si fuera a mantener a esos locos afuera —.

— Bien, tienes un poder, ¿cierto?

— Sí.

— Bien, ¿qué hace?

— ... Seré sincero, no entendí lo que dijo esa cosa.

Ladybug puso los ojos en blanco y luego se golpeo la frente.

— No es de mucha ayuda.

— ¡ABRAAAAAAAN! — Chat Noir empezó a tocar la puerta como loco.

Fire abrió la puerta y Chat corrió hacía Ladybug.

— ¡El Akuma no estaba en la tiara!

— Si hubieras estado en el principio de la pelea, hubieras escuchado cuando dedujimos que estaba en su collar — dijo el pelirrojo.

— Si hibiiris istidi in il principii di li pilii, hibiiris iscichidi ciindi didijimis qii istibi in si cillir.

— ¡¿Te estas burlando de mí?! — dijo ofendido el pelirrojo.

— ¡¿Ti istis birlindi di mí?!

— ¡Basta! — grito Ladybug captando la atención de ambos —. Chat Noir, Fire Fox, ¡dejen de actuar como unos niños pequeños!

Ladybug tomo una oreja de cada uno y los halo hacia la ventana del local.

— ¡Eso dolió!

— ¡No le grites a mi Lady!

— ¡¿En cerio no te dolió esa halada de oreja?!

— ... Seré sincero, ya perdí la sensibilidad en mis orejas humanas.

— Pobre de ti.

— Lo sé.

— Si ya terminaron su platica, les diré lo que vamos a hacer.

~•~•~

— Ganamos — la de rojo y el de negro chocaron los puños.

— Hmm... — el pelirrojo se rasco el brazo con incomodidad —. Nos vemos... Creo — se dio media vuelta para irse.

— ¡Oye, Navegador!

El pelirrojo se dio media vuelta, luego se golpeo mentalmente, había respondido al estúpido apodo del chico.

— ¿Qué paso, gatubela? — dijo burlón a lo cual Chat bufó.

Los aretes de la chica sonaron.

— Bien Fire, Chat. Nos vemos a las once, en la Torre Eiffel — dijo antes de irse.

— ¡Adiós, My...!

— ¡Adiós Mademoiselle! — grito Fire mientras agitaba exageradamente su mano.

— ¿Quién te crees? — se cruzó de brazos.

— Pues me creo un pelirrojo — él imito la acción del rubio.

— Sabes a lo que me refiero.

— ¿El por qué Lady me presta más atención a mí que a ti? Si es así, no, no sé a lo que te refieres.

Su conciencia le gritaba: "¡Estúpido, callate! ¡Él tiene no sé cuánta experiencia y tú sólo eres un novato."

— Sólo alejate de ella.

— ¿Y si no qué?

— Si no, digamos que no me importaría ir a la cárcel — le guiño un ojo al pelirrojo antes de perderse entre los edificios.

Por otro lado, Nathanaël trago saliva, ¡él no era así de bocasuelta!

"Beep beep"

El pelirrojo ya había escuchado ese sonido cuatro veces, y con esta eran cinco, pero no sabia el significado de estos.

¿Recuerdan que dije que no sabía el significado de los pitidos? Pues lo descubrió cuando volvió a su forma normal, y gracias al cielo (en realidad, gracias a la escritora) el chico se encontraba en un techo.

— HAMBRE, ME MUERO, HAAAAAAMBRE — grito el Kwami apenas salio del collar.

— Dramático.

— Mucho tiempo con Plagg.

— ¿Quién?

— ¡Nadie! Ahora, dame de comer.

— ¿Y qué comes?

— Flores.

— ... ¿Me estás chingando?

— Ese vocabulario, señorita.

— ¡Soy hombre! — chillo.

— Y yo no soy un dios — rodó los ojos la pequeña criatura.

— Como sea, entra en mi chaqueta, te daré de comer, pero si me toman por loco en el parque por andar recogiendo flores, te.mato.

— Yo también te quiero.

TARDE, MUY TARDE, pero vamos, la puntualidad nunca ha sido lo mío v:

Fire Fox (Miraculous Ladybug)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora