capítulo 2: El encuentro

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después de estar acostada un rato en la panza de su caballo se levantó y junto con ella su hermoso caballo  apple Queen se fueron caminando hasta donde estaba un pequeño  riachuelo que era un poco mas haya de la pradera,bebieron un poco de agua los dos se sentó pensado dentro de sí

Porque sera que tengo que sentirme así es que Dios, no hay nadie que pueda comprender  más que tu apple ,estoy cansada de tantas lecciones para caminar, para comer, para responder, estoy cansada yo no quiero convertir en una reina

y suspiro 

alguien que la miraba de lejos escucho ese suspiro y le preguntó emma: qué hace a una joven tan hermosa suspirar con tristeza preguntó ella, pero estaba sumida en su pensamiento que no consiguió que la escuchara, camino por todo el medio del río con zancadas fuertes que ni eso,  consiguió que dejara de pensar hasta que llegó y se puso enfrente de ella 

Emma:¿se puede saber qué tanto piensas que no escuchas lo que la gente te está preguntando?, ¿acaso no escuchas mis palabras ?

ella la observó con una mirada desafiante como clavando un puñal en vez de una mirada

Regina: ¿ Por qué acaso te debo escuchar dime?  

con la misma mirada que ella, se acercó y dijo

 Emma: por que siii, porque te estoy hablando

con la mano cerca de la chica, esta posó una mano en su cara como un gesto de aburrimiento la miro y ella lentamente se acercó invadió su espacio personal, le guiño el ojo y le hizo un mueca con la boca
Emma: con que eres muy obstinada y gruñona , cuando te pones asi esa belleza se vuelve una bestia feroz  se rió de ella 

Regina: eso no es tu problema si soy obstinada o no con una mirada desafiante y para que ¿te importa lo que yo sea?

Emma: claro como te la das de amargada, la gente no te presta ninguna atención y por eso te ignoran 

después de un rato de discutir la joven se levantó y miró detenidamente a la persona con la que discutía la miró de arriba a abajo y noto que no se veía tan mal como para ignorarla llevaba pues unas botas marrones de cuero cubiertas de agua ya que estaba todavía en ella, unos jeans ajustados que le hacían marcar todas sus piernas, los sujetaba con una correa de cuero con detalles sutiles que remarcaban sus caderas, también una camisa en corte en v delicada de color blanco, su rostro era una poesía de solo hablar o reírse esta se iluminaba dejando ver unos labios no tan carnosos, pero sutiles, los acompañaba con unos ojos que madre mía era de un verde que jamás pensó que existía, repletos de dulzura y dejaba caer su cabello largo y rubio, con un semi moñon que fue tomado de manera delicada, para hacerla ver sencilla, pero no tanto 

Emma: oye 

Regina: Mmmm, ¿Que? 

Emma: se puede saber que tanto me estás viendo con una mirada acusadora;
Reginayo verte de que estas hablando
saliendo de sus pensamientos con la cara sonrojada y una pequeña risa; 
Emma: ah en qué estabas pensando; Regina: ah, como? en que estaba pensado con una mirada de asombro; Emma:tú me mirabas, ¿acaso te gusta lo que ves?;
Regina: ja lo siento señorita eso lo dudo volteando la cara la rubia vota una risa; Emma: mi nombre es emma, no me diga señorita eso dejalo a las otras personas 

Regina: en realidad no me interesa como te llamas,¿para que quiero saber yo, que te llamas Emma?, con una cara de autosuficiencia dijo

Emma: pues no importa yo si quiero que lo sepas, ahora yo quiero saber su nombre señorita caprichosa

Regina: caprichosa yoo, jajajajaja creo que este es mi boleto de salida señorita Emma

Emma: en serio debes marcharte,me gusta tener una persona caprichosa de compañía

Regina: jaja muy gracioso, se hace tarde debo marcharme,vamos apple llamó a su caballo

Emma: espera,espera hablo la rubia un poco nerviosa aun no me dices tu nombre, para saber quien es la dueña de esa bella sonrisa; la morena dejó escapar una mirada algo provocativa así a ella; Regina: averigualo

si mas que decir montó a su caballo y se fue de ahi lo mas rapido que pudo dejan a la rubia algo aturdida con su partida que gritó después de regresar de su transe y reir;
Emma: te encontraré, siempre te encontraré citando una de las palabras que se decían sus padres a diario y se quedó extrañada por la palabra que soltó, se quedó parada observando hasta que el caballo se alejó lo más que pudo y se perdió en el horizonte 

Cuando te conociDonde viven las historias. Descúbrelo ahora