Síndrome de Pica

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El nombre de la enfermedad proviene del vocablo latín que quiere decir «urraca» (Pica pica), ave de la familia de los córvidos, conocida por consumir sustancias incomestibles y robar, conducta que se relaciona con rituales de cortejo y anidamiento.

Según DSM-V y CIE-10 este término que sirve para definir un trastorno de ingesta y conducta alimentaria, está caracterizado por una serie de criterios.

Según estudios epidemiológicos, la pica, hecho de llevarse a la boca y chupar sustancias incomestibles, se considera anómalo a partir de los 18-24 meses de edad.

La pica no es un comportamiento exclusivo de los seres humanos. Caballos, perros, gatos, ovejas, loros, elefantes y otros animales ingieren sustancias como tierra, huesos, madera, papel, etc., que les llega a servir para calmar problemas digestivos, suplir carencias de minerales, como desintoxicante, entre otros. Los monos tanto en estado salvaje, como en cautividad, manifiestan con frecuencia esta conducta. La geofagia o consumo de tierra, es el fenómeno de pica más estudiado. El análisis de la composición de la tierra, revela la presencia de caolín, carbón vegetal y otros componentes, que neutraliza los tóxicos presentes en las hojas y vegetales que habitualmente consumen los primates, sintiendo un alivio de molestias digestivas (diarrea, acidez…). Esta práctica, se interpreta después de algún estudio (superior al 80 %) como una adaptación beneficiosa.

La geofagia está descrita y extendida por todo el mundo, sobre todo entre mujeres embarazadas, niños y adolescentes.

Al consumo de la tierra se le atribuyen funciones importantes como detoxificante, calmante de molestias digestivas, antidiarreico, e incluso suplemento alimentario de micronutrientes.

Existen estudios antropológicos, geográficos, médicos, etc. Que analizan este fenómeno en zonas del sur del Sahara, sur de Estados Unidos, América central, Asia, entre otros. Y en mercados de ciudades africanas la tierra se vende para su consumo, ya que según Robert E. Hales, la tierra es utilizada como “chupete” para los lactantes, como pasatiempo habitual o como creencia habitual para atraer los espíritus mágicos.

En los años sesenta, se describía un cuadro clínico que consistía en retraso del crecimiento, pérdida de peso, mala cicatrización de heridas, anemia ferropénica y déficit de zinc, en jóvenes egipcios e iraníes que consumían tierra. La clínica mejoraba sustancialmente el cuadro clínico con el aporte de zinc, iniciándose las investigaciones sobre la importancia para el ser humano de esta sustancia. Según los autores de esta experiencia, cuando la tierra y los demás alimentos se consumían juntos disminuía la absorción de hierro y cinc. Este tema, podría ser un factor importante en la desnutrición. También se ha tratado la reinfestación por parásitos intestinales en mujeres embarazadas, debido a la ingestión de tierra infestada. Por lo tanto la geofagia presenta dos caras contradictorias, la beneficiosa y la perjudicial para la salud.

La pica no conlleva ausencia o rechazo de los alimentos. Existen fotografías donde seres humanos mastican sustancias incomestibles, durante grandes hambrunas africanas y hábitos alimenticios desarrollados por el hombre durante aislamientos prolongados, en campos de concentración, guerras, etc. Indican hambre y desesperación, acompañados en ocasiones de trastornos mentales. Consumir cuchillas de afeitar para suicidarse o salir de prisión no se considera trastorno alimentario.

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