PRÓLOGO

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Existen distintas clases de amor: el amor entre familiares, el amor entre amigos, y el amor que le tenés a esa persona con la que querés pasar el resto de tu vida. Ahora bien, uno no elige a quién le vamos a dar esa clase de amor y a quién no. Eso lo sé bien; porque si hubiese podido elegir a esa persona que me haga sentir esas cosquillas en la panza cada vez que hablamos, ese ser humano en quien no poder parar de pensar, decididamente, no hubiese sido él. Yo siempre creí que el amor era un regalo del cual todos podíamos gozar. Ahora descubrí que solo los afortunados tienen esa suerte; pues, para algunos otros, el amor no es más que un eterno sufrimiento.

Yo no decidí enamorarme de quien creí que era, hasta este momento, mi mejor amigo. Pero al parecer, cupido tenía otros planes para mí.

Cupido Erró La FlechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora