Introducción

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Es muy fácil decir que se está mal de la cabeza, enfermo, que se necesitan muchas cosas para ser feliz. Pero los males que nos hacen más daño, de esos nunca nos damos cuenta. Por eso no aceptamos nuestros defectos, un drogadicto nunca aceptará que lo es, ¿Lo ven? Puedo darles muchos más ejemplos.

Pero aquí solo adopto el papel de un Dios preocupado por la humanidad, suponiendo que nuestro Dios adopta esta posición, muy incierto.

Pero no hablaré de la pobreza o el cambio climático. Tampoco de la crueldad del hombre, y la desigualdad de género. No. Me gusta pensar que estas cosas solo son el reflejo de algo que está fuera de mi poder, que quiere atormentarme, que yace en las lejanías, no pertenece al reino del rey león.

Hablaré de los youtubers.

Creerán que por ser Dios no estoy actualizado tecnológicamente, lo que es algo irónico porque soy su creador y el dueño de todo (qué imbéciles). Solo quiero hacer un ensayo de estas personas. ¿Por qué?

Ocio. Estoy algo desocupado y me aburre recostarme en las nubes con el rostro en el borde de estas y mirarlos matarse y sufrir por nimiedades, más pequeñas que su tamaño. Ustedes, humanos, son para mí como lo que son las hormigas para ustedes. Inútiles. Su vida no tiene mucho valor para mí, excepto algunas que actúan con bondad porque quieren recibir su salvación de mi parte, esas me dan ternura, entonces junto estos grupos de personas como en corrales para ovejas. Las alejo de la mugre, las agarro con las yemas de mis dedos para no aplastarlas y llevarlas a salvo al corral aunque en este lugar ellas no se sienten muy felices. Siguen siendo humanas.

Empecemos.


Alienados por las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora