Parte 4 - Terremoto en CaliforniaaaAAaa

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– Fiodorrr– gritó Martha desde la cocina–, ¡Aquí está el pollo frito!

El susodicho se encontraba sentado en el suelo de la ducha, con lágrimas cayendo por sus mejillas (qué nena). 

– Nuestros hijos se habrían llamado Jodie y Ainsley...

Todo lo que había sentido en sus semanas de "vacaciones" en Los Ángeles habían sido decepciones y mucho, mucho estrés. Y Martha lo había puesto en una posición humillante, y sentía la obligación de devolverselo. Pero de hacerlo, sabía que lo haría de una manera cruel y entonces su relación acabaría definitivamente. Pero él era un hombre competitivo. Dejó su cámara en la tapa del vater, la tomó y la prendió.

¡Y aquí vengo yo!

La ducha eléctrica se prendió sola y mojó su costosa cámara.

–¡Maldita sea mi vida! – gruñó el ruso.

Aclaro, si no comprendieron, que ésta no se encendió sola. Sé que a todos les han sucedido cosas curiosas como esa, y piensan que es el destino que no desea que hagan algo. Pero no, actúo impulsivamente la mayoría de las veces. No existe el destino.

–Supongo que el mundo no quiere que cometa algo de lo que me arrepentiré luego– Qué lindo😂

Se dio una ducha, se vistió y decidió salir sin que Martha  lo viera, porque no quería decirle nada. Estaba herido.

Pero lo vio.

–¿A dónde vas, Fordi? Ya traje el almuerzo – ella lo miraba de una manera curiosa, ya que su aura estaba algo apagada. Martha es devota a estas cosas esotéricas y es muy buena en ello. Pero a mí no me agrada eso.

– Nada, Martha. Ahora publica que me fui sin decirte a dónde, que crees que te soy infiel y pidele a tus suscriptores su opinión en nuestra relación.

– ¡Fiodor! ¡Debemos hablar sobre esto!– El muchacho se dirijo a la salida mientras su novia lo seguía dificultosamente en sus tacones.

– Lo que podíamos hablar ya lo han comentado miles de personas. No estoy seguro de querer seguir estando contigo. Me has humillado.

– ¡Tú siempre con tu ego de macho! ¡Yo lo decía en broma! Todas las personas comentan en mis videos "¿Dónde está Fiodor? ¿Por qué no sale en tus videos? ¿Terminaron?" fue todo sarcasmo, que nadie comprendió y menos tú. Vete, idiota. – La voz de Martha era la voz más infantil y encantadora que había escuchado en su vida, pero en ese momento habló como su madre.

Fiodor solo quedó de pie en la salida, mirándola, e igual ella, pero Fiodor podía ver un brillo llameante de ira en sus ojos, y eso, algo extraño pero no poco visto en mi caso, lo estimuló sexualmente.

No narraré su acto de consumación de amor puro porque es abusar de mi poder. Como cuando los veo masturbarse a todos ustedes. 😉

**
–Lo siento mucho, Martha. He estado algo paranoico y estresado, no puedo creer que yo haya pensado que tú fueras capaz de hacer algo como eso. Te amo mucho.

Estaban en su cama exhaustos, pero Fiodor sintiendo su vitalidad de joven volver.

Entonces escuchó unas risas muy familiares.

Brandon, Mitchell y Kennedy estaban en su ventana con una cámara que parecía haber estado grabando todo ese tiempo. Martha soltó un chillido.

–¡Ustedes, hijos de puta, borrarán eso ahora mismo! – gritó Martha a todo pulmón, y pronunciado su primera palabrota.

Pero los amigos de Fiodor se desternillaban de la risa.

Habían tenido poco cuidado dejando las cortinas de su habitación abiertas.

Ellos se fueron y Martha comenzó a llorar.

– No puede ser, qué vergonzoso, nos vieron... Me vieron desnuda... Odio a tus amigos, muchísimo. Dime que no harán nada con ese video. Juralo, Fiodor...

Si esos hombres se acercaban de nuevo a su casa, él no tendría voluntad de parar para no matarlos. Nunca había visto a Martha tan afectada, como si hubiera sido violada. Ciertamente lo fue.

Mientras tanto en la casa de Brandon...

–Hemos ido lejos con la broma, Brad. Debemos decirles que no grabamos nada. Nunca había visto a Martha así – Dijo Ken.

Los amigos de Fiodor poco se han interesado por su novia, a pesar de que siempre le afirmaban lo contrario.

Ellos habían llegado cuando solo estaban abrazados, y sacaron una cámara para que pareciera que habían estado ahí todo el tiempo. Pobre Martha...






Alienados por las cámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora