Estaban los niños jugando
Bailando y cantando en la calle
Cuando llego la muerte campante
Asustándolos tanto que corrieron
Con su madre.
La muerte no sabía lo que pasaba
Pues no los quería asustar
Entonces se puso a llorar
Bajo el árbol chiquito
Que estaba en la comunidad.
Llego un niño chiquito y chapeadito
Que escucho a lo lejos un llanto
Era de la muerte que nadie había pelado.
Fue con la muerte que sólo la quería ayudar
Pero ella le dijo que quería jugar
Así que los dos contentos se pusieron a cantar.
Él no le tenía miedo pues solo
La podía escuchar y eso
Demuestra que el aspecto
No tiene nada que influenciar.