XV. Besos

348 33 1
                                    

« Ahora parece como si te retuviera para que te quedaras a mi lado

No puedo verte así, tengo que dejarte ir

No llores, a pesar de que sea triste sólo quedará una pequeña cicatriz

Podremos sonreír juntos al final »

—Pinwheel ; seventeen.

- OLIVIA -

Mi primer beso fue cuando tenía doce años de edad. Fue con Vernon. Fue un beso simple, sólo un roce en mis labios y duró menos de dos segundos. Pero de alguna manera, sentí algo que no había experimentado antes. El beso había ocurrido delante de todos, estábamos jugando al novio y la novia ese día y cuando Kate le dijo que podía besar a la novia, nunca me esperé que realmente lo hiciera. Los otros niños se burlaron de nosotros por dos semanas y sólo se detuvieron cuando él les tiro una mesa con la cara muy roja. Ese día no pude dormir en absoluto. Me mantuve despierta toda la noche, tocando mis labios y pensando: "Así es como se siente besar a un príncipe..."

No nos habíamos besado más después de ese día, hasta el día en que me invitó a salir oficialmente algunos años más tarde. Nos besamos muchas veces desde entonces, pero por fin obtuve mi primer beso real cuando tenía diecisiete años y cuando lo hizo, me pregunté por qué nunca me había besado así antes. Sentí algo raro cuando me besó así, y me gustó. Sabía que a él también le había gustado.

 Pero entre todos esos besos, nunca había esperado este.

Cuando abrí lentamente los ojos, lo primero que vi fueron un par de familiares ojos cafés. Estaba tan cerca de mí que podía sentir su aliento cálido en mi rostro. Sabía que no estaba soñando. De alguna manera lo sabía.

No había sido un sueño. Era real. Él me había dado un beso.

Parpadeé rápidamente para aclarar mis pensamientos. No entendía. ¿Por qué Vernon me había besado? ¿No amaba a Jessica?

Miré a sus ojos, tratando de encontrar alguna respuesta. ¿Por qué se veía como si estuviera a punto de llorar? ¿Por qué estaba aquí?

¿Qué me había ocurrido?

Fruncí el ceño. Demasiadas preguntas en mi cabeza.

No podía pensar en nada bien cuando de repente encerró mi cuerpo en un fuerte abrazo. Traté de pensar pero no pude. Su aroma varonil no me dejaba pensar con claridad. Podía oír que susurró mi nombre. Sus labios estaban demasiado cerca de mis oídos, su cálido aliento me hizo muy difícil recordar mi propio nombre. Tal vez estaba llorando pero no entendía.

Ah, ahora lo recordaba.

Me había desmayado en las aguas termales.

De alguna manera pude oír a alguien decir mi nombre antes de perder la conciencia, ¿había sido Jessica? Tuvo que haber sido ella la que me trajo hasta aquí, pero ¿dónde estaba ahora? Tenía que darle las gracias por ello. Pero, ¿por qué Vernon está aquí? ¿Por qué estaba... llorando? ¿Estaba llorando de verdad? Quiero decir, no era la primera vez que veía que me desmayaba. Además, ¿por qué habría de llorar por alguien como yo? Se supone que debería odiarme... Yo era la razón por la que no podía estar con la mujer que amaba...

Debía hacer lo correcto.

— Estoy bien, Vernon...— Cerré los ojos y le di unas palmaditas en la espalda.

Sinceramente, todavía me sentía muy débil como para fingir una sonrisa para él, pero ya que no podía ver mi rostro por el momento creo que era inútil fingir. Además él sabría que era falsa. Sabía que estaba preocupado por mí y no quería eso. Me sentía fatal, él no debería preocuparse por alguien como yo.

| Incluso ahora |  ♡ seventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora