| Incluso ahora | ♡ seventeen

III. Sentimientos

« No puedo detenerme, es muy tarde para parar, mi cabeza me dice que no lo haga, pero simplemente no la puedo escuchar.

Me enamoré de ti sin siquiera darme cuenta. No puedo ver la señal que dice "no cruzes la línea, ya la he cruzado

Si me digo a mi misma que no debo hacerlo, quiero hacerlo incluso mucho más,
hay muchas razones para que la gente diga "no", pero ya es muy tarde para regresar.

Dicen que saldré herida, pero simplemente no quiero parar»

— warning!

-JESSICA-

Miré a mis dos amigos que se alejaron de donde yo estaba. Fruncí el ceño al mirar la espalda de la chica de cabello color miel. Me preocupaba acerca de la condición de Olivia. Últimamente parecía un poco más débil, sobre todo hoy, estaba pálida y no habló mucho. Ella no era el tipo de chica que hablaba mucho, pero hoy estuvo excepcionalmente callada.

Entendía que no quería hacernos preocupar,  pero no podía evitarlo. Después de todo ella era mi mejor amiga.

Tomé una respiración profunda, por lo menos Seungcheol la llevó a su casa. Sabía que podía contar con él. Pensar en ello me hizo sentir un poco aliviada. Poco a poco desvié la mirada hacia otra cabeza que estaba a mi lado.

Él fruncía el ceño, mientras veía a su novia y a su mejor amigo irse. Yo sabía que él se sentía preocupado, tanto como yo. Tal vez más de lo que yo estaba. Después de todo, ella era su novia.

Estaba un poco sorprendido cuando le di unas palmaditas en la espalda, él me miró y le sonreí a su rostro enojado

— Hey, no te preocupes... Cheol sabe conducir con seguridad...

Él se rio entre dientes, le devolví la sonrisa. Fue raro, con sólo ver su cara pude sentir mi corazón latir más rápido.

¡Toma el control de ti misma, Jessica! ¡Es el novio de tu mejor amiga! Me di una dura bofetada mental.

Me agaché a recoger mi maleta en el césped. La acaricie varias veces para deshacerme de la hierba seca que se pegó a ella. Yo estaba dispuesta a irme a casa cuando Vernon siguió todos mis movimientos con sus ojos.

— ¿Te vas a casa?

Asentí con la cabeza una vez y eché un vistazo a mi reloj. El sol todavía estaba allí, pero ya eran las siete. Fruncí el ceño, mi hermano no querría que llegara tarde para la cena.

— Bueno...— lo miré a la cara — Todavía tienes una reunión, ¿no?

— Voy a faltar.

— ¿Huh? — Levanté una ceja.

Él podría ser un rebelde, pero Vernon casi nunca faltaba a una reunión del club.

Él sonrió y se encogió de hombros.       

— Aunque yo soy el capitán del club, la responsabilidad se le fue dada a un novato, así que puedo faltar a la reunión.

Yo me reí.

— Capitán irresponsable.

No respondió, solo suspiró.

— Tengo que cambiarme primero. Espérame, voy a llevarte a casa.

— ¿Huh?

Rodó los ojos.