Su mirada, hacia que esto valiera la pena.

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No lo mires demasiado, esos mundos cerrados y a la vez prohibidos, suelen tener un poder de atraccion"

Mario Benedetti.


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Fría y calidad a la vez, así era la sala de menesteres, por lo menos para ella así lo era. Ir ahí le traía tantos recuerdos algunos muy bellos otros no tanto... 

Realmente no sabía cómo había llegado hasta ahí, hasta ese lugar tan especial. Aun recordaba como había sido el comienzo y como el fin de esa rara pero intensa relación que había tenido con él, con Draco Malfoy, sin duda la había marcado. 

Pese a lo vivido, aún no era consciente de lo que la llevaba exactamente a esa habitación, si sus pasos o la necesidad de sentirse protegida, aislada, cerca de él. A pesar de que solo fueran recuerdos...

Tan sumida estaba en sus pensamientos, en sus preciados recuerdos, que apenas se dio cuenta de que de alguien había entrado a la sala, alguien al que ella conocía muy bien... era él.

No supo cómo ni en qué momento ocurrió, cuando ya tenía al slytherin dirigiéndose directamente hacia ella con seguridad, sin decir una sola palabra...

Trato de retroceder, sí que trato, sin embargo su espalda pego con la pared y supo que no había salida.

Y ahí estaban nuevamente, sin decir nada, no podrían después de tanto. Descifrándose con la mirada, deseando que eso que nació entre ellos fuera lo suficiente fuerte para enfrentar cualquier adversidad, sintiendo la cercanía de sus cuerpos, admirando cada rasgo de su ser, de su alma, nuevamente habían caído...

Estaba cerca, tan cerca que podía ver la gran profundidad que emanaban aquellas orbes grises que la desarman sin contemplación. 

Tenía miedo..., miedo de caer nuevamente en ese abismo oscuro y tan bello a la vez que representaba Draco Malfoy... 

No quería ceder, si lo hacia esta vez realmente estaba perdida. 

Se maldecía por ser tan débil ante él, se maldecía por que solo bastaba una maldita mirada suya para que todo lo demás dejara de tener sentido. 

Draco la tenía aprisionada entre su cuerpo y la pared, podía sentir la calidez de aquella alma de hielo, podía oír el palpitar de su corazón y sentir su aliento chocar con su oreja. 

Su rostro, sus labios, sus bellos y fríos ojos grises estaban solo a centímetros de su rostro, no podría resistir más..., como hacerlo cuando tienes a la persona que cambio tu vida por completo para bien y para mal tan cerca de ti, como hacerlo cuando lo amas con todo tu ser... 

Draco la miro profundamente. 
- Aunque no quieras admitirlo sé que necesitas esto tanto como yo Granger.- Dijo el chico en su oído, erizando la piel de la Gryffindor. 

Hermione por un momento entro en pánico al pensar que había profanado en su mente y leído sus pensamientos, sin poder hace nada más, trato de disimular.

- Aléjate de mí Malfoy, por favor -contesto Hermione un tanto insegura de lo que decía. 

Draco la miro con una sonrisa de medio lado y mirada insinuante. 
- Que aun te pongo nerviosa, pero si no es la primera vez que estamos así, ya sabes, tan cerca- susurro con  sensualidad.

Hermione lo fulmino con la mirada tratando de ocultar el leve sonrojo que aquel comentario causo en ella.

- No digas más Malfoy, no me hagas recordar por favor, eso es pasado, eso fue un simple error- Dijo Hermione, tratando de zafarse inútilmente del Slytherin, notando la creciente molestia y decisión en la mirada del chico.

Una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora