Te amo

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—Entonces un akumas las dejo así...—Sabine sostenía con fuerza la mano de su querido esposo, no podía imaginarse a su hija de 40 años, aunque estuviese frente a ella— ¿Pero regresaran a la normalidad? —Interrogó al par de chicos rubios frente a ellos.

—Eso esperamos, la verdad es que ayer eran unas viejitas de casi 80 años y ahora pues ..... ¿40? —Adrian se llevó una mano a la nuca al ver a Marinette, la verdad es que parecía mamá

—Esperamos que el efecto se revierta hasta que vuelvan a su edad normal —Explicó el mas serio de los dos rubios dando un sorbo al té que la señora Cheng había servido— Estaremos con ellas analizando cualquier situación

—Ya veo  —Tom suspiro, su hija y la sobrina de su esposa se veían muy maduras— De hecho Marinette se parece a tu madre querida 

—¡Es cierto!

—¿Enserio? —Marinette sonrió recordando a la difunta abuela 

— Entonces seria cuestión de esperar 

—Así es... —Felix se puso de pie ante la mirada atenta de todos— Si me disculpan, me gustaría llevarme a Bridgette.. —Interrogó, Sabine y Tom asintieron dándole permiso a Felix de que le extendía la mano a Bridgette para que la tomara— Con su permiso.. —caminaron hasta salir de la casa, luego de eso Bridgette soltó su mano— Quiero hablar contigo

—¿Sobre? —Interrogó comenzando a caminar junto a él, parecían tía y sobrino, él un guapo agreste y ella una madura Cheng

—Sobre.... lo que sucedió

—Ah eso...—Se encogió de hombros apenada, luego llevo su mano hasta su nuca y suspiro— Felix, lamento haberte querido asesinar... ya Marinette me contó todo

—No te preocupes, entiendo que estuvieses mal por mi culpa —Admitió dejando el orgullo atrás— Lamento lo de la fiesta

Bridgette volteó a verlo con la boca abierto ¿Felix se había disculpado con ella?

—No te preocupes —Sonrió pasando un mechón de cabello detrás de su oreja— Quizá yo me aferre mucho a ti, pero ahora entiendo que es mejor distanciarnos

—¿De que hablas? —Levantó una ceja confundido

—Que entre tu y yo nunca abra nada y que mi amor no es correspondido —Suspiro viendo al cielo— Me iré de la empresa, quizá de vuelta a Japón, encontrare a alguien haya y tu puedes ser feliz aquí

¿Qué?

—Bridgette —él la tomo de la muñeca y detuvo su caminar, Bridgette volteo a verlo con extrañeza, la expresión de él se encontraba realmente seria— No entiendes, no puedo ser feliz si tú no estas...

¿he? Sus mejillas se sonrojaron al oírlo hablar y lo hicieron mucho mas cuando dos señoras que pasaban junto a ellos comenzaron a cuchuchear, quizá no era muy normal que un joven de 20 le dijera eso a una señora de 40

—Felix, te escucharon —Rió, logrando sacar un sonrojo al muchacho, a él también le había dado mucha pena.

—Esta bien —Ambos retomaron nuevamente el camino— ¿Entonces quieres que sea tu amiga?

Él regresó su vista hacia al frente al ingresar al parque, habían varios niños jugando y riendo

—No Bridgette, no entiendes —Suspiró regresando su vista hacia ella, pero se alarmo cuando vio como el cuerpo de ella se rodeaba por un aura blanca— ¡¿Bridgette?! —Gritó al verla ascender un poco del suelo, pero tan rápido como apareció el aura de ese mismo modo desapareció.

Ultima Opotunidad ¡Enamorando Agrestes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora