Deja de mirarme

CAPÍTULO 6: Inglaterra

Como ya era de costumbre me levanté muy temprano, me vestí con ropa deportiva y me fui corriendo hasta la habitación de Kay. Ambos vivíamos en la universidad por eso no me demoré mucho. Teníamos una rutina de ejercicios cada mañana, luego desayunábamos y nos iba a las clases. Cuando toqué la puerta no me abrió como de costumbre, me dijo que entrase y que lo esperara en la sala porque se levantó tarde y se estaba alistando.

Mientras espera sentada en un sillón, me llamó la atención una pared en donde había muchas fotografías. Pero fue en una donde el corazón se me detuvo y en donde la mente se me nubló. Había una foto de Kay y Asa, estaban abrazados y sonriendo. Por qué tenía que recordar a Asa en este momento. Me quedé parada en medio de la sala con aquella fotografía en mi mano hasta que Kay me la arrebató. – No la vuelvas a coger, por favor- la voz de Kay sonaba triste. - ¿de dónde lo conoces? –pregunté casi susurrando. – Era alguien cercano a mí, ¿y tú, de dónde lo conoces?

Lo miré y dudé un poco sobre si responderle o no- Era alguien de la escuela.

No volvimos a retomar la plática, salimos hacia el parque de siempre y nos fuimos a correr. Después de eso lo invité a almorzar. Cuando terminamos me ayudó a lavar los platos y luego nos echamos en la alfombra de la sala. - Me llamaron a la dirección y me dieron dos sobres, uno es para mí y el otro te pertenece. Abrámoslos juntos- su estado anímico no sonaba bien. - ¿De qué se trata? - Abramos los sobres para saber.

Cuando leí las palabras de la carta no paré de gritar, lo abracé con todas mis fuerzas y le repetí muchas veces que lo quería. En la carta había una beca completa a Inglaterra, ambos podríamos ir a estudiar arquitectura.

-Lo siento Daniela, yo no iré- ¿por qué? Acaso no te gusta el país o la universidad, o no cuentas con las posibilidades- Pequeña, ya he viajado muchas veces a ese lugar, pero tengo mis motivos para no ir, enserio perdóname- No me dejes ir sola a un lugar que no conozco, eres mi mejor amigo sin ti nada será lo mismo.

Estaba muy triste, ya me había acostumbrado a su compañía. Cuáles eran sus motivos, qué le impedía ir a estudiar allá.

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