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Ni siquiera me sabía su nombre, pero eso no me importaba en lo más mínimo. No sé como ni cuando, pero ella se había ganado todo mi corazón, y sí, es estúpido que lo diga cuando ni siquiera me he atrevido a hablarle, pero que más da...

Tenia cara de llamarse... ¿Maddison?

Sí, dejemosle ese nombre, porque sabia muy bien que jamás me atrevería si quiera a preguntarle como se llamaba, o eso creo...

La chica del bus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora