Novios Por Contrato (Aguslina)

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-¿Carolina? ¿sos vos?-Pregunto del otro lado del teléfono. Me quede en silencio, no me había preparado mentalmente para esto.  Yo, yo había llamado a Agustin Bernasconi lo que solo significaba una cosa: mi orgullo había quedado por los suelos.

-S..si.-Conteste avergonzada.

-¿Qué te pasa? ¿estuviste llorando?- No logré entender como supo que había estado llorando pero decidí no preguntar y me apresure a negar completamente.

-¡No! ¿Por que pensas eso?-Fingi reír aunque no sonaba muy bien dado que estaba llorando.

-Se nota en tu voz, Carolina. Si me llamaste debe ser algo importante, ya mismo voy a tu casa.-

-¿Qué?-Pregunte atónita.-Ni siquiera te he invitado a mi casa.

-No necesito una invitación, algo malo te está sucediendo. ¿Cual es la dirección de tu casa?.-Corte rápidamente y rompí en llanto. Últimamente estaba muy sensible y no entendía el porque.

No me sentía con fuerzas de levantarme, me puse a pensar y de todas las opciones lógicas la única que se me ocurría era que tal vez estaba enferma o a punto de estarlo. Por eso estaba sensible.

Necesitaba despejarme pero ¿Cómo si ni siquiera podía levantarme del suelo?. Opte por tomar mi teléfono móvil y revisar las redes sociales. Tenía un montón de mensajes directos en Twitter pero uno llamo mi atencion.

@idiota: Sos una pendeja sin talento, mejor retírate.

Luego de ese, llegaron miles de mensajes más.

@idiota: ¡Enserio, deberías matarte! Trabajas para Disney, que fracaso.

@idiota: De seguro ni tus padres te quieren, si yo fuera ellos, en su lugar te habría dado en adopción.

Las lágrimas no pararon y menos con esto. ¿Por que tuve que leer eso justo en el momento en el que más sensible estoy?.

Otra vez, hundi mi cabeza en mis rodillas y deseé que el día terminará por fin.

Un ruido me asusta, intento deducir de donde proviene pero mi vista no era la mejor ya que las lágrimas cubrían mis ojos.

Agustin POV

No estaba seguro de como iba a ir a la casa de Carolina sin saber su dirección pero iba a hacerlo.

-¿Estabas hablando por teléfono?-Pregunto Camila quien recién había salido de la ducha y lo único que cubría su cuerpo era una toalla.

-Si, era mi mama.-Mentí.

Creo que ella comenzó a contarme un montón de cosas sobre su familia pero la ignore. En ese momento se me ocurrió una idea genial y decidí aplicarla. Perfecto, pensé. Había recordado que una vez, hace mucho tiempo, Carolina nos había invitado a su casa a cenar y había puesto la dirección de su casa en el grupo que tenemos con el elenco.

Busque y rebusque cuando por fin encontré lo que necesitaba. Abro los ojos cómo platos cuando caigo en la cuenta de que la dirección de su casa estaba a tan solo metros de donde yo me encontraba. Por eso me parecía que ya había estado allí.

-Eh...Cami.-Capte su atención, estaba limandose las uñas.

-¿Si?-Pregunto con una sonrisa.

-Ya vuelvo, voy a...-Piensa rápido en una excusa.-Comprar algo para tomar.

-Ah dale que bueno. Tenía mucha sed, me leíste la mente. Yo te acompaño, conozco el lugar.-Me guiño un ojo.

-No, no te preocupes. Yo también conozco el lugar, además no quiero dejes de arreglar tus uñas por ir a comprar.-Dije como si el asunto de arreglarse las uñas fuese algo importante.