Le dije lo que tenía que decir, le agradecí todos los momentos juntos, las enseñanzas y cosas que conocimos.
Ella siempre fue la mejor persona, así que como dicen por ahí: "A los grandes hay que despedirlos a lo grande".
Le dejé sus flores preferidas, le mandé un beso y abandoné el cementerio, tal vez algún día regrese a verla, pero aún no estoy preparado. No asimilo que no estará más en mi vida.- Cuando la preparaban para ponerla en el ataúd, le pincharon el estómago y sólo salía agua... Eso tenía, agua. - Alcanzo a escuchar a su hermano.
"Gracias por cuidar tanto de mí, te voy a extrañar, 19 años conociéndonos no fueron suficientes, pero te llevo en mi memoria, sé que algún día volveremos a vernos, que te podré abrazar y pedirte que pasemos juntos la eternidad. Hasta luego tía, te amo".
Fin.